La trampa del “sentimentalismo proletarizado”: culpar de todo al sujeto y exculpar de todo al sistema
Yo quiero, libertad, igualdad, fraternidad, justicia… Pero Dios sabe que el mundo en el que vivo necesita neoliberalismo, armas nucleares, narco-gobiernos, usura bancaria, individualismo a ultranza, penes