Tal como si se tratara de una especie de virus, las teorías de conspiración abundan por muchos lados, hay personas que parecen disfrutar esta temática, terminan como obsesionados con ello, y por supuesto que es ilógico que intentemos convencerles de que no es así lo que dicen, porque de nada servirá, ya que no sólo lo ven como una teoría hipotética sino como una verdad absoluta*.
En este caso es muy difícil hacerles frente, y en realidad no vale la pena desgastarse en estas conversaciones, porque de nada servirá, terminaríamos nosotros mismos agotados de esto, y no podríamos hacer nada que mejore su visión al respecto.
Esto lo he podido ver cada vez más en los últimos años, porque el impacto de las redes sociales y todos estas teorías conspirativas, que se acentuaron desde la pandemia, han hecho mella en el subconsciente colectivo.
Pienso que en gran medida a las personas les agrada pensar que las cosas que ocurren tienen más de sobre natural que otra cosa, puede ser llamativo, las películas lo son, las series igual, y de alguna forma pudiera resultar que en la vida personal de algunos individuos les da otra dinámica a sus vidas.
Soy de poco creer en estas cosas que plantean que algunos eventos sobrenaturales suelen ser la razón detrás de algunos hechos que impactan, sé que la energía existe, y que no la podemos tocar, aunque si sentir, pero prefiero intentar aplicar la lógica a las cosas para evitar caer en acciones ilógicas.
Hay muchas cosas que desconocemos, y siempre, por mucho que estudiemos será así, no podemos tener respuestas a todo, es imposible, por eso pienso que a veces las personas que más estudian suelen ser más infelices que otras, porque así como dicen que el conocimiento es poder, también, de cierta manera puede ser una gran carga, pero que debemos aprender a sobre llevar, para que no nos aplaste su peso.
Es mejor vivir con el conocimiento necesario para que nuestra mente se mantenga estable, tranquila, sin que vaya más allá y termine por generar un caso. Pienso que hay verdades que no podemos manejar, y siendo así, mejor no saberlas y quedarnos con esas que satisfacen nuestras preguntas.
