Disfrutar de lo que hacemos puede cambiarlo todo

Mis mejores deseos para todos, tengo la esperanza de que esta semana esté evolucionando de manera potivia y productiva para todos. Quiero hoy compartir una experiencia que viví hace unos días, y que me dejó mucho aprendizaje, algo que definitivamente me hacía falta, para poder tener un reenfoque de algunas cosas en la vida.

Mi hermana trabaja en una panadería, y un día que estaba libre de mi trabajo me fuí a acompañarle en el trabajo, sólo me fuí a tomar un café, o un tinto, como le decimos aquí en Colombia, es un trabajo bastante agotador (como la mayoría), y aún así, el ambiente de trabajo es agradable. Como ya soy conocido por las personas ahí, mi hermana es la encargada, así que me atreví a colaborarles un poco en la entrega de productos a las personas, adicionalmente me quedé hasta el final, y vi el proceso de cierre, entre otras cosas.

Este post no es precisamente para contarles como trabaja una panadería, porque en realidad nada sé de ello, sino de las cosas que ahí aprendí, así que vamos a ello.


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Imagen de StartupStockPhotos | Pixabay

La mayoría de quienes asumen esos trabajos son personas jóvenes, por debajo de los 30 años, más rondando los 20, es un trabajo que amerita bastante resistencia, porque son muchas labores las que deben realizar, todo el día de pie, y suele ser bastante agotador, indudablemente.

Pero, a pesar de ello, del intenso trabajo que significa, lo asumen desde la tranquilidad y el disfrute, al menos es lo que sentí. He visto personas que aumen un trabajo sólo por necesidad, y no les gusta nada, terminan sufriendo todo el tiempo que lo ejecutan, y esto no tiene mucho sentido. Lógico, entiendo que al final todos trabajamos por necesidad, porque el dinero es necesario para la subsistencia, pero me refiero a que están como obligados, y esa energía negativa se siente, y no es sana para nuestra mente.

Por otro lado, la persona a quien atiendes también lo percibe, a veces esas cosas que se dicen, "los clientes son muy necios", muchas vees tiene que ver con la respuesta a la actitud con la que es atendida la persona, al menos es lo que he podido ver, y vivir, porque también soy cliente de muchas cosas, yo, como cualquier otra persona, suelo comprar lo que necesito para mi diario vivir.


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Imagen de This_is_Engineering | Pixabay

Al final, después de que todo cierra, terminan por limpiar el local, y aunque a la mayoría de las personas no les gusta asear, noté que colocaron música y todos, rápidamente, se centraron en limpiar todo, de manera alegre, a pesar de estar cerrando el día y, seguramente, estar cansados, la energía positiva fue agradable y se sintió un compañerismo en el proceso.

Otra muestra más de que, al asumir algo, independientemente de lo que sea, lo ideal es procurar que el proceso sea agradable, porque si no hay de otra, no vale la pena martirizarnos mentalmente, para generarnos un trastoque de nuestra salud mental, e incluso de la salud colectiva, que determina lo que será el ambiente laboral así como el trato a los demás.

Creo que viví algo que es particular, y es un deber ser, si se disfruta, o al menos, se intenta disfrutar de lo que se hace, terminaremos por sentirnos mucho mejor con nosotros, con los demás, y con nuestra vida, y pienso que de eso se trata, el bienestar no se consigue a la mala, por el contrario, se consigue desde lo bueno. Espero que se haya entendido mi punto. Que tengan un bonito fin de semana.

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