La primera vez que escuché esa voz sonreí, fue en el jardín de niños, ella se acercó a mi y me contó que no tenia nada para comer así que le dí la mitad de mi comida mientras me preguntaba si quería ser su amiga, le dije que si pues el resto de los niños no querían hablarme.
Desde ese día fuimos inseparables, incluso dormía un par de veces a la semana en mi casa, recuerdo que mis padres siempre se peleaban por eso, papá decía que ella me hacía daño mientras que mi mamá le respondía que era cuestión de los niños y su imaginación.
En el colegio, el resto de mis compañeros nos observaban diferente, siempre escuchaba comentarios de que estaba loca, pero ella me decía que no les hiciera caso, que solamente sentían envidia porque yo era su mejor amiga y ella no les hablaba.
Mis padres ya discutían más segido, pero ella siempre estuvo allí cada vez que lloraba, fue la única persona a la que le confiaba todos y cada uno de mis secretos, dejé de decir que ella iría a jugar o a quedarse a dormir para que mis padres no pelearan más. Ella llegaba 5 minutos después de que yo lo hiciera, y entraba a mi cuarto por la ventana.
Ella nunca me abandonó, siempre estaba allí para mi, en cualquier momento sin importar la hora y yo estaba para ella, siempre. La primera cita que tuve, ella me acompañó, me aseguró que él no la vería y que todo estaría bien, en definitiva tenia razón, siempre la tuvo.
Estuvo en cada momento para mi, menos en mis otras citas con el mismo chico, ella lo aprobaba. Pero con el tiempo salir con él empezó a ocasionar problemas entre nosotras pues según ella yo solamente tenía ojos para él y ya no pasaba tiempo con ella.
Dejó de hablarme, no podía creer que ella, mi única y mejor amiga durante mis 18 años de edad me dejara de hablar, así que fui al parque donde siempre estaba y le dije que me perdonara, que haría cualquier cosa por volver a hablar con ella y que no nos alejáramos de nuevo.
¿Cualquier cosa? - Repitió con ojos llorosos, destrozando cada parte de mi alma, así que repetí - Cualquier cosa.
Ahora estoy aquí, llorando, viendo a mi familia llorar cuando les dieron la noticia de que me había suicidado, mientras ella y él están conmigo contentos y riendo, en ésta caja oscura de donde no podré salir nunca más.
-Alex