Fuente
Isadora, entró en aquella vieja casa, la muerte de su madre la hacían regresar, después de haber huido al decidir dedicarse al ballet clásico. Recorrió su interior, incluyendo el pasillo que daba hacía su cuarto donde estaba colgado aquel viejo cuadro que de niña le generaba pavor; en él se podía ver una bailarina en posición de quinta con horribles cortadas en sus pies y en su rostro se dibuja una mirada de dolor y una sonrisa en sus labios. Aquella imagen, aún le helaba la sangre. Isadora se apresuró a cerrar el trato para que aquella casa fuera vendida junto a lo que yacía dentro.
Pasado tiempo, Isadora ensayaba en el estudio de su casa, el sonido del timbre interrumpió sus demi-pliés. Recibió un paquete y al abrirlo solo pudo pronunciar: ¡debe ser una broma! Se trataba del cuadro que detestaba, venía con una nota que señalaba que era lo único que no se pudo vender de aquella casa. Decidió tapar el cuadro y seguir ensayando.
Pronto comenzó a sentirse inquieta, había algo más en la habitación observabandola. El cuadro cayó al suelo, al levantarlo el papel que lo cubría se corrió y notó que la mujer pintada había desaparecido, estremecida lo tiró de inmediato y sintió como un ente se aproximaba detrás de ella, temió levantar la vista y ver su reflejo en el espejo, con la mirada fija en el suelo, observó que sus piernas estaban rasgadas, recordó las palabras de su madre: el camino hacía la danza no es más que dolor.
Un saludo especial, nuevamente participando en una inciativa de @trenz esta vez uní a mi danza favorita con mi genero favorito, quise tocar una parte de la historia del ballet por esto escogí el nombre de Isadora para mi protagonista. Espero que les haya gustado ¡Gracias por leer!