¡Hola a todos los steemians! me presento esta vez con un relato que, bajo la paradoja y la metáfora, muestra una cruda verdad; la poca conciencia y el egocentrismo que tenemos nosotros los humanos hacia la naturaleza, aquélla misma que nos dio a luz. Este relato lo dedico a la conciencia, para que despertemos finalmente del sueño que no nos permite ver aquellas cruentas acciones que hemos marcado en nuestro propio hogar. Solemos quejarnos por lo que hacen las personas, exigiendo que cambien, pero mucho antes de juzgar a los demas, debemos darnos cuenta que el cambio verdadero comienza con nosotros mismos. El ejemplo antes del mandar... Gracias por su tiempo comunidad, nos vemos luego.
Se suele decir que la naturaleza es perfecta(...) su delicada pero precisa armonía mantiene el flujo vital de cada uno de los organismos vivientes en este magnífico planeta. Pero, aunque parezca increible, la maxima perfección es un error.
- Fotografía tomada desde mi telefono Sony
El error mas grande de la Naturaleza
En algún momento del tiempo, un anciano, conocedor del largo pero tan pequeño trayecto de la vida, yacía en el suelo. Era conocido por ser un supuesto desquiciado y loco, que se encontraba próximo a su muerte. Un día, una pequeña niña se acercó al anciano, la curiosidad la llamaba por todos lados, le era imposible resistirse a conocer aquel desdichado hombre. El anciano se encontraba hablando solo en voz baja, con lágrimas en sus ojos, parecía lamentarse de algún hecho sin sentido o lógica alguna; cuando de repente, la inocente niña lo interrumpe: "señor ¿por qué está usted llorando?" El hombre, con un rostro que expresaba un sentimiento de melancolía, le responde con una voz agridulce: "pequeña, mi lamento no es más que un anhelo, un anhelo por que la conciencia que vive en nosotros, se haga verbo..." La niña se queda un momento pensando y le responde: "pero señor... ¿qué quiere decir con eso?" El anciano sonríe ligeramente frente a la respuesta de la pequeña, a la vez que desvía su mirada al cielo, respondiendo: "veras, hija mía, la conciencia que aparentamos tener es solo una más de las máscaras que oculta nuestra oscura verdad" la niña queda atónita por un momento y, con duda, responde: "pero la conciencia es algo natural ¿no?" el anciano reflexiona, mientras en su rostro, un sentimiento de preocupación aparece: "por supuesto que es natural, pequeña, pero créeme que es también un dulce sorbo del veneno con sabor a miel, que en los tiempos finales, hará su más doloroso efecto... ¿Es que acaso no te das cuenta?." la niña no mide palabra frente al anciano; solo se queda observándolo con intriga. El hombre continua con su discurso diciendo: "quizás no entiendas mis palabras, hija, pero guárdalas en tu corazón, que cuando ya seas de edad avanzada, entonces es que comprenderás. La naturaleza se ha equivocado. Si, aquella que consideramos perfecta se ha carcomido sola bajo su propio error. Aplicando su mismo juicio, ha creado una bestia abominable, digna de espantar hasta al más valiente, tan sádica y cruel que destruye a sus iguales solo por sus vanidosos deseos, tan egocéntrica que ella misma decide su final. Así pues, la naturaleza se hundió bajo su propia creación, al obsequiarle la herramienta más poderosa y destructora de todas, oculta entre muchas máscaras: la inteligencia.
Entonces la bestia dará paso a la destrucción de aquella que fue su madre, hasta que por fin, se dará cuenta que destruyó todo aquello que alguna vez tuvo, destruyó su propia fuente de vida. Y es en ese momento donde esa máscara, ese dulce veneno sabor a miel se hará verbo, pero en el peor momento posible; haciendo que la bestia arda en un intenso fuego de remordimiento, sabiendo que todo aquello que fué, nunca mas será de nuevo, hasta su aniquilación. Escucha bien estas palabras, hija, que ya el final de la bestia está cerca" Exclamó el anciano como si fuera a perecer. La niña, atontada, afirma: "entonces usted es la bestia" y el anciano, finalmente responde: "todos nosotros somos la bestia" pereciendo al instante.