El día de ayer, el Tribunal Supremo de Justicia Venezolano, en el exilio decretó que sí existen méritos para el antejuicio de mérito de Nicolás Maduro; por lo tanto, la Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría opositora y prácticamente invalidada por la Asamblea Nacional Constituyente madurista, deberá admitir dicha solicitud y darle su aprobación, a fin de que legalmente se inhabilite al Presidente y se proceda a su enjuiciamiento.
Es necesario resaltar, para aquellos que desconocen la realidad de Venezuela, que, evidentemente, Nicolás Maduro no aceptará tal decisión, sin embargo hará lo conducente para neutralizar cualquier actividad política, legal o popular que pretenda darle apoyo a dicha decisión. Lo más probable es que dicha decisión no pase de la Asamblea Nacional de Venezuela, sí, esa misma, la que dice ser opositora. Las razones son variadas; lo primero que prevalecerá en esta es la necesidad de subsistir o coexistir con el gobierno de Maduro; por lo tanto, ellos evitarán cualquier confrontación con el gobierno, todo ello, al saberse acorralados; y tal vez, con alguna llamada bajo cuerda para que no reciban el brazo de hierro de la dictadura madurista y su Fuerza Armada.
También existe la posibilidad, dada la presión nacional e internacional, que estos diputados decidan apoyar la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia en el exilio y darle "play" al antejuicio de Mérito; por supuesto, este evento acarreará toda la violencia acumulada de los personajes del gobierno, quienes irán en contra de todos aquellos que hayan aprobado dicha resolución; por lo que más de uno irá preso, luego de esto. Eso es lo que ellos temen. La Asamblea Nacional Constituyente eliminará definitivamente lo que queda de la Asamblea Nacional y no pasará de allí. El Tribunal Supremo de Justicia del gobierno invalidará cualquier decisión de dicho Tribunal y simplemente no pasará nada.
¿Qué nos queda entonces? Muy probablemente, los únicos que le den crédito a dicha decisión sea la comunidad internacional, quienes ya vienen denunciando la ilegitimidad de la ANC Venezolana-madurista. Luego de esto, Maduro seguirá con su "elección presidencial" y se nombrará Presidente nuevamente para un nuevo período de 6 años. En tal sentido, los países que no reconozcan al presidente Maduro, simplemente terminarán de romper relaciones con Venezuela para aumentar la presión internacional y económica, a fin de que se ponga orden en la situación política de Venezuela.
Si EEUU quisiera capitalizar la caída inminente del madurismo, tendría que ampliar las sanciones y, en última instancia, generar un clima que permita la extracción de mandatario que ya se encuentra invalidado, inhabilitado, sin apoyo popular y tendrá que enviar un claro mensaje a la Fuerza Armada Venezolana, a fin de que eviten enfrentar, en su gran mayoría a las fuerzas internacionales de paz, que probablemente vendrán para sacar a la organización delictiva estatal que se adueñó del poder político y del poder en general de Venezuela.
A todas estas, ¿qué harán los venezolanos?
El venezolano de a pie, ya ni se entera de lo que está ocurriendo, pues el cerco informativo es desmesurado, televisoras como Televen, Venevisión, ya no juegan a favor del pueblo, sino de los intereses de sus dueños. Por lo tanto, esta noticia no se verá reflejada en sus pantallas; lo más probable es que, terminado este gobierno, dichas emisoras pasarán a la historia como la vergüenza por la falta de denuncia por el rompimiento del hilo constitucional.
En todo caso, veremos cómo se desarrollan los acontecimientos y esperemos que estemos cerca de despertarnos de esta pesadilla roja rojita...