Hay quienes piensan que la vida se puede acabar en cualquier momento y por ello regalan la mayor felicidad posible a todos lo que les rodean. Por otro lado están los infelices que no piensan en que van para viejos y necesitaran hasta de los perros para no sentirse solos.
Es triste que las personas olviden el sentido de la vida, que olviden que todo es incierto y que mañana ciertamente puede ser el último día y nadie va darles un último adiós nostálgico porque en vida a todos los que les rodearon les hizo menos.