La Habana, esa ciudad que nunca duerme, siempre viva de noche y de día. Emociona ver un atardecer desde lo alto de su fortaleza, esa fortaleza vigilante desde hace siglos, llena de historia, leyendas, guerras... pero que nunca pueden acabar con esa alma mágica que tiene la ciudad, mezcla de culturas, puente entre Europa, Africa y América. La Habana siempre es "alegria".