Saludos steemados, ¿Quién de ustedes no nacido en Venezuela ha jugado una caimanera? Seguro pensaras ¿jugar con un caimán? Este Pancho ahora si se nos volvió loco. ¿Cómo va a jugar con un caimán? No crean, no estoy ni cerca de acercarme a un reptil de estos. Habrá muy pocas personas en el mundo que juegan con este tipo de animales, y ellos si están extremadamente dementes.
¿Pero entonces que es jugar una caimanera?
Si eres de la Argentina o Colombia dirías un picado. Si eres mexicano invitarías a una cascarita. Los amigos del Perú y de Chile le llaman Pichanga. Y así cada región o los países tienen términos propios para proponer lo que es un simple juego entre amigos.
Cierta vez escuche de donde derivaba el término caimanera, les cuento y ustedes me dicen si también la escucharon o leyeron en algún sitio, o si tiene otra versión. Y los amigos de fuera de Venezuela cuenten por qué le llaman así como le llaman. Ustedes entienden.
En alguna población de este lindo país existía una familia que le decían los caimanes, eran fanáticos de hacer deporte, no les importaba si eran buenos jugadores o malos jugadores, lo de ellos era divertirse, hacer deporte, discutir por jugadas, poner sus propias reglas y pasar un día distinto. Así hay familias en todas las ciudades y barrios del mundo. Si no son los caimanes son los burros, los perros o los loros. Para ellos era muy común hacer juegos con sus vecinos y amigos los días de fin de semana. Como eran numerosos, marcaban la pauta.
Lo cierto del caso es que todos en el barrio esperaban el llamado de la familia caimán para hacer aquellos juegos recreativos; sin árbitro, con reglas propias, sin uniformidad, escogiendo de a un jugador a la vez para hacer los equipos parejos. Acompañaban los juegos con una cava full de bebidas y la diversión estaba garantizada. Algunos apostaban, otros solo miraban, los menos facultos al deporte iban a reírse de los demás o que los demás se rieran de ellos.
Cada domingo la asistencia se elevaba y los caimanes subían su fama. “Vamos a los juegos de los caimanes” “Vamos a jugar con los caimanes”, se escuchaba en el barrio. Luego se extendió a otros barrios, a otros sitios, a otras localidades, a otras ciudades. Y lo que comenzó como la jugadera con los caimanes, se transformó en jugar una caimanera. Ahora el llamado es “vamos a jugar una caimanera”.
Una caimanera es un juego entre panas, un vente tú. Un juego con y sin reglas, que juegan desde personas descalzas hasta aquellos que se visten mejor que cualquier profesional.El límite de tiempo de juego es puesto dependiendo de la cantidad de equipos que quieran participar ese día. Se puede jugar en cualquier calle, terreno, parque, plaza o estadio del pueblo. Si un equipo no tiene la cantidad de jugadores completa, no importa. Si un equipo quiere jugar con más jugadores, no importa. El que bote la pelota la busca. Si la pelota cae dentro del terreno de la vieja odiosa, se acaba el juego.
Algunos días entre semana si el tiempo lo permite, me voy hasta el poli a jugar una caimanera con los muchachos que “viven” dentro del estadio. Es distinto, es más divertido.
Saludos a todos. Gracias por leer, siempre estoy agradecido con todos ustedes. Pasen un día muy caimanero.
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