Cierta vez en los viajes que hice jugando softbol al estado Zulia, viajes muy largos desde mi tierra, 18 y 20 horas de carretera, llego a Maracaibo con la intriga de ver los Relámpagos del Catatumbo. Para aquel tiempo era primera vez que escuchaba de este fenómeno y tenía mucha curiosidad.

Prácticamente eran viajes meteóricos por el sistema de juego del torneo; se jugaba doble juego sábado y domingo. Para estar a tiempo en Maracaibo, el viaje comenzaba el jueves a media noche, estábamos en el Zulia el viernes ya entrada la noche. Si no se partía desde el viernes, y llegar justo en la tarde para los juegos del sábado. Eso daba una o dos oportunidades de ver el fenómeno del Catatumbo si corrías con suerte de tener buena ubicación.

Así como hay cosas extrañas en el mundo, Venezuela tiene su particularidad en las cosas misteriosas que tiene el medio ambiente, y esta maravilla está incluida dentro de los 5 casos más extraños de la naturaleza en el mundo.

El relámpago del Catatumbo es un fenómeno meteorológico que se presenta en la cuenca inferior del rio Catatumbo, en la zona sur del Lago de Maracaibo. Se caracteriza por la continua manifestación sucesiva de relámpagos, como si se aproximara un gran frente tormentoso de lluvias visto desde muy lejos. Es tan perceptible a la lejanía que en algunas noches despejadas es visible desde la ciudad colombiana de Cúcuta. Este suceso ocurre más de 260 veces en el año y dura hasta 10 horas por noche, alcanzando las 60 descargas por minuto, y alrededor de 1.6 millones por año.

Hipotéticamente se cree que el origen de estas tormentas eléctricas, se debe a la circulación cerrada de corrientes de aire frías y calientes, entre abril y noviembre, producidas en nubes de gran desarrollo vertical que se levantan por el sistema montañoso de Perijá y la Cordillera de Mérida, y disciernen en la superficie del lago en horas de la tarde, causando varios epicentros en las ciénagas del Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel de Aguas Claras y Aguas Negras del Lago de Maracaibo. Hay teorías que aseguran que aparte de este encuentro de vientos cálidos y fríos, también se une uranio o metano en la combinación para crear el fenómeno.

El relámpago del Catatumbo es patrimonio natural de Venezuela y el mundo, un espectáculo extraordinario digno de coger palco y apreciar los dones de la naturaleza.

Eso pasó aquel fin de semana de juego maracucho-veguero. Llegamos a Maracaibo y yo tenía más ganas de ver los relámpagos que jugar (ja ja ja ja ja, mentira), nos hospedamos en un hotel llamado don monkey, gold monkey, o algo así, no sé si existirá actualmente, y la habitación asignada daba justamente hacia el sur. Traté en lo posible de asomarme por la ventana, era muy incómodo, pero me las arreglé para asomarme. Quité cortina, acomodé vidrios y saqué medio cuerpo. Allá a lo más lejano se veían los rayos. Cruzaban en todas direcciones, alumbraban el firmamento, era como ver la llegada de un premiado a los Oscar en la alfombra roja con una cantidad inmensa de flashes, no se escuchan truenos, no sé si producen sonidos o es por la distancia. Algunos dicen que el cielo parece como cuando una ciudad es sitiada a punta de bombas y disparos, nunca he presenciado algo así gracias a Dios.

Estuve largo rato viendo el espectáculo, no sé qué tiene pero atrae. A mí me atrajo más que a mis compañeros de juego que se asomaban un tiempo corto y regresaban al cuarto. Es fascinante ver las exhibiciones que da la naturaleza de gratis, ojala pueda volver a presenciar tal espectáculo.