Survival, una historia que te atrapara atrapará

¡Hola steemians! Tenía tiempo queriendo publicar una historia así que les dejaré los primeros capítulos de la última que estuve escribiendo a ver si les gusta y seguir posteándoles. Besitos, espero que les guste.


Survival Si la muerte es la mayor de las liberaciones, ¿quiénes son los afortunados, ellos o nosotros?

Capítulo 1 – Los Perdidos

El autobús iba a una velocidad bastante lenta para mí gusto, pero era perfecto para poder apreciar el paisaje. A pesar de todo, la vista era sumamente pobre, solo un montón de árboles y un cielo gris que no le encontraba fin.Despegué mi frente del cristal de la ventana y solamente vi a un hombre de mediana edad al lado mío que había caído en un letargo desde hace un buen rato.

Mi nombre es Cody Adams, estudiante de periodismo de la Universidad Kuprock, quizás no es muy conocida pero es excelente como institución. Mi apariencia no es nada sorprendente ni mucho menos impotente, soy alto, pálido y bastante huesudo de cabello largo color marrón. Siempre llevo conmigo una cámara pequeña, suelo entretenerme con ella tomando fotos a cualquier cosa de lo que suceda a mí alrededor, o de quienes estén ahí, para luego crear historias y revelarlas.Dando vueltas con la mirada observé en otra butaca a una chica de espaldas con el cabello rizado besuqueándose desde hace rato con otro hombre que no pude ver, parecían divertirse más que la mayoría de los presentes. Volteé la cabeza y unos asientos más atrás, un niño llevaba rato llorando y su ojerosa madre, o se suponía que era, ya no sabía qué hacer para calmarlo.

Me volví hacia adelante y levantando la vista justo antes del conductor, había un chico de piel negra que tenía una chica reposando en su hombro, recuerdo haberlos visto subir al bus. La chica tiene unos rasgos muy finos con una piel de color marrón sutil claro, ojos verdes bastante llamativos y un cuerpo bastante delgado, el hombre por otra parte era realmente corpulento y de cabello corto. Estoy seguro de haberlo visto en algún otro sitio.

Perdí mi atención en ellos cuando un niño pálido y pecoso, con el peinado favorito de las abuelitas, que estaba en el asiento de en frente se me quedo mirando y le devolví una sonrisa.

– ¿Todo bien, amiguito? –le pregunté.Sin perder su expresión neutral, me dijo:

–No lo sé. ¿A ti como te va?

Me sorprendió su respuesta. Cuando estuve a punto de contestarle, el hombre a su lado le llamó la atención y le dijo que dejara de molestar y se sentara, dejando solo un gran bigote.

– ¿Todo bien amigo? ¿El niño no lo molestó?

–No no, para nada, así son los niños –contesté, sin ánimos de seguir hablando

.Tras más o menos lo que calculaba una hora solo vi árboles ir y venir, yendo y viniendo. Pasamos por un bache en la carretera el cual me hizo rebotar en mi asiento, tuve que aferrarme a la cámara que estaba en mi bolsillo.

Al voltear la mirada, noté que alguien tenía unos audífonos grandes conectados a una radio, escuchando. Éste se los quitó y le dijo a su compañero que algo extraño estaba pasando. No esperé a ver la reacción de su compañero y volví a ver al frente, realmente no me interesaba mucho. El conductor del autobús hizo una fuerte maniobra e insultó a alguien que estaba parado en medio de la carretera, el hombre tenía una postura jorobada y un aspecto realmente sombrío.

Me quedé pasmado hasta perderlo de vista."¿Qué demonios fue eso?" pensé, una extraña sensación recorría mi cuerpo. Junté mis manos y de mi frente corría sudor, el conductor poco a poco fue volviendo al carril original. Ya la gente estaba preocupada con los movimientos bruscos del vehículo y la radio del chico, además de la del conductor, que llevaban rato produciendo estática. Aunque solo las personas de en frente podían escuchar, parecían sorprendidos por lo que difícilmente se oía.

Pasó un corto momento de silencio y se escuchó en las bocinas del autobús claramente un grito desgarrador por parte del locutor, causando una invasión de pánico a los pasajeros. Estaba más que claro que algo terrible estaba pasando.El conductor gritó tras ver como sangre salpicaba en el parabrisas, la reacción de éste hizo que el bus hiciese un movimiento brusco y por la falta de visibilidad del conductor, chocó contra el barandal que estaba al lado de la carretera. El transporte de golpe se salió de la vía y se escuchó un horrible chillido de como el barandal rayaba el costado del vehículo. Este comenzó a caer por el barranco al otro lado dando brincos violentos, la gente gritaba despavorida. La máquina se detuvo al chocar con un árbol, en ese momento por el repentino sacudón, golpeé mi cabeza contra el vidrio y empecé a ver borroso, seguido de un zumbido que se escuchaba en mi oído izquierdo. Apoyé la cabeza en la butaca delantera y poco a poco fui perdiendo el conocimiento hasta cerrar los ojos.Desde ese momento no supe nada más de mí.

Capitulo 2

Desperté escuchando un zumbido que no se detuvo hasta que levanté la cabeza, con dificultad veía sombras y manchas frente a mí, tragué saliva y pasé las manos por las sienes hasta recuperar la visión, pude sentir una gota de sudor tibia que se deslizaba por mi frente; volteé sólo para ver la ventana del bus con una gran grieta era muy obvio lo que pasó, logré levantarme con cuidado, el transporte estaba inclinado y bajé de a poco hasta llegar a la parte delantera donde un árbol, había detenido el vehículo y había roto los parabrisas, bajé la vista y las llaves seguían colgadas.

"No irán a ninguna parte", dije, giré un poco la llave para encender la radio, estuve buscando señales pero sólo había estática, me rendí y bajé del bus; estaba en medio del bosque solo, tal vez pudieron haber pasado treinta minutos así como podían haber pasado horas, intenté ver la hora, de la impresión me temblaban las manos, sostuve mi otro brazo con la mano para intentar ver la hora en mi reloj, pero el cristal estaba roto, "Maldita sea", dije frustrado.

Pasé las manos por los bolsillos de la chaqueta de jean azul oscuro que llevaba, estaba muerto de miedo; caminé un poco y noté que la cabina de equipaje estaba abierta, me dispuse a encontrar mis cosas, tras hacerlo las revisé y mis cosas estaban intactas recordé que casi todo lo que tenía lo había dejado en la universidad.

Internamente sabía que nadie vendría, el celular no tiene batería y muy probablemente no hay señal acá así que me dispuse a caminar, no tenía ganas de subir la colina para volver a la carretera, estaba temblando mucho, podría fácilmente caerme, desde donde estaba así que me dispuse a seguir en la dirección que tenía el autobús.

Luego de un rato caminando, el camino se había dificultado, me cansaba muy fácilmente, constantemente la vegetación me obstaculizaba el paso. Tropecé con un tronco y me toqué el bolsillo, entré en pánico porque no había sentido mi cámara la busqué con locura, seguía en mi bolsillo aunque no me quedé tranquilo hasta notar que estaba bien. Tras recuperar el aliento y echar un vistazo grité: "¡Hola!, ¿hay alguien aquí?, ¡Auxilio!", luego en voz baja, "Por favor, estoy solo". Escuché un ruido en el bosque, podría ser un animal, o algún loco, pero considerando mi situación simplemente me adentré en el bosque y seguí gritando: "¿Alguien?, ¡ayuda!"

Tras seguir una serie de ruidos provenientes de la misma dirección, llegué hasta un cierto punto pasando unos arbustos en donde se encontraba el niño del autobús arrodillado y de espaldas, su padre estaba en el suelo boca abajo.

-Pst, amiguito, ¿qué ocurrió?-caminé de a poco y vi al señor con unas fuertes mordidas en el cuello, sus ojos cerrados y su boca abierta, no eran una buena señal, me bajé de hombros y le dije:

-Oh, esto es malo, lo siento ven te llevaré a un lugar seguro-le dije al niño- y me cercioraré de que llegues a salvo, ¿sí?, ¿te parece? , vamos chico se hace tarde tal vez haya una gasolinera cerca-toqué su nuca e hizo un movimiento violento de rechazo, me eché para atrás del susto, este se puso de pie, al voltearse, lo que vi fue tanto grotesco como aterrador.

El niño tenía la piel en un tono grisáceo, las escleróticas amarillas e iris negro, su mandíbula estaba llena de un líquido negro y babeaba mucho, era como un animal.

-¡¿Qué eres tú?! , ¡¿Qué le hiciste a ese hombre?!- se acercó a mí lentamente, yo estaba paralizado del miedo, y hasta que tomó suficiente distancia me atacó, caímos al suelo, coloqué mis manos sobre sus hombros.

-No, no, no, ¡suéltame!, ¿qué cosa eres?-le supliqué y mis lágrimas corrían sin control; de él sólo se escuchaban gruñidos y su baba caía sin compasión en mi cara. Hubo un punto en que puse mis manos en su cara y con toda la fuerza que pude conseguí apartarlo, mientras me levantaba el niño hizo un segundo ataque llevándose un trozo de mi chaqueta, específicamente de la parte baja, le respondí con una patada en la cara.

Pude notar cómo destrozaba la prenda con los dientes, logró ponerse de pie y se movía lentamente, mi corazón latía demasiado rápido, era el momento de escapar; de una corazonada tomé una roca grande que estaba cerca de mí y se la arrojé, caí al suelo y vi su cuello torcido, su cabeza había terminado un poco después de su hombro, el niño comenzó a retorceré y escuché otro ruido que venía del padre, éste empezó a toser y de su boca salir ese líquido negro, y también se levantó; aquel hombre también se había convertido en eso.

El niño devolvió su cabeza a su posición original y ahora yo tenía dos problemas. Noté que la pierna del hombre estaba desgarrada lo cual hacía que su movimiento fuese extremadamente lento, empecé a correr con la esperanza de que no me atrapasen, pero pensé que sería mejor subir la colina, al empezar a subirla lo hice tan rápido como pude, por la desesperación caí y rodé, tomé aire desde el suelo y conseguí llegar hasta la carretera, me quedé sin aliento pensando en que si lo que vi fue real.

Cuando me cansé de razonar simplemente caminé en línea recta junto a la vía, no quería mirar atrás, sólo esperaba que fuese un sueño, y que seguía en ese bus rumbo a mi hogar, que sólo me golpeé en la cabeza, pero sabía que no era así, así que me dispuse a seguir caminando, poco a poco comenzó a llover, no le di importancia solamente caminaba, no pasaban autos o camiones, al levantar la vista encontré un motel en la carretera.

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