Hermann Hesse | Aspectos de su vida y obras (I)

Como parte de la formación profesional, en los planes de estudio de la Universidad Simón Bolívar están incluidas una serie de materias denominadas Estudios Generales. El objetivo de éstas es proporcionarle al futuro graduando una visión integral y complementaria, más allá de su área de interés. Los Estudios Generales son de carácter electivo, y comprenden una gama de temas como literatura, filosofía, política, economía, biodiversidad, biotecnología, entre otros.

En el período lectivo en curso, he tenido la oportunidad de cursar una asignatura fascinante: Hermann Hesse, su lenguaje y su época. Este Estudio General es impartido por una maravillosa profesora, Anja Tropschuh, alemana de nacimiento, quien ha sabido guiarnos a través de los aspectos que moldearon la obra de Hesse y que le confieren a sus escritos una universalidad atemporal.

Hermann Hesse llegó a mí cuando tenía 12 años, cuando encontré en la biblioteca familiar la novela Demian, uno de sus trabajos más reveladores. Desde entonces, cada escrito suyo que cae en mis manos representa un tesoro invaluable y una nueva posibilidad de emprender, ya no en solitario, el camino hacia mí misma.

¿Por qué hablo del "camino hacia mí misma"? ¿Qué hace que las palabras de Hermann Hesse puedan resonar aún ahora en los oídos atentos de jóvenes y adultos por igual? Estas inquietudes tienen respuestas, si bien no únicas, y la serie de publicaciones que estaré realizando al respecto tiene como propósito dejar constancia de mis reflexiones al respecto. Nuevamente, agradezco a mi profesora por esclarecer detalles importantísimos sin los cuales me encontraría divagando.


La vida de Hermann Hesse


El material visual que compartiré a continuación fue preparado por mí. Tanto los datos biográficos como las fotografías de Hesse y sus familiares pueden encontrarse en su página web oficial.


Vistas de Calw, ciudad natal de Hermann Hesse


Genealogía más próxima de Hermann Hesse


Izq. Collage de algunas de las acuarelas de Hesse / Der. Hesse pintor


"Una virtud hay que quiero mucho, una sola. Se llama obstinación. Todas las demás, sobre las que leemos en los libros y oímos hablar a los maestros, no me interesan. En el fondo se podría englobar todo ese sinfín de virtudes que ha inventado el hombre en un solo nombre. Virtud es: obediencia. La cuestión es a quién se obedece. (…) El que es obstinado obedece a otra ley, a una sola, absolutamente sagrada, a la ley que lleva en sí mismo, al «propio sentido»".

Hesse en Obstinación (1972)

Ya desde muy niño, Herman Hesse fue consciente de su separación de los demás, de su entorno. El ambiente multicultural en el que fue criado, donde se cruzaban las raíces alemanas protestantes con variadas influencias extranjeras, la erudición con la música, la religión con la sabiduría, gestó en él una gran curiosidad e inquietud. Los hechos que marcaron más hondamente su vida, y por ende su obra, comienzan con su ingreso en el seminario de Maulbronn. Su experiencia bajo el rígido sistema educativo es retratada en varias de sus novelas, especialmente en Bajo las ruedas, Demian y Lauscher.

Su escepticismo ante la capacidad de los maestros de verdaderamente impartir conocimiento también es parte de sus historias, tal como se aprecia en Siddartha, por ejemplo. La época de seminarista de Hesse coincidió no sólo con su rebeldía violenta ante la insuficiencia educativa y pietista, sino también con las dificultades propias de la pubertad y con su primer enamoramiento. Todo esto lo llevó a experimentar una prolongada crisis nerviosa, que desembocó en un intento de suicidio y en su posterior reclusión en un centro psiquiátrico.

Una vez recuperado, debió enfrentar la necesidad e impulso de hacer algo productivo de su vida, tanto por exigencia de su padre como por motivación propia. Tras probar oficios de naturaleza técnica, resolvió tomar la profesión de librero y anticuario, actividad que le permitió dedicarse a extensos y profundos estudios, tanto en la librería como en la bien nutrida biblioteca de su abuelo. En esta época recibió el primer estímulo literario de su vida, en forma de reconocimiento, al ver publicado su primer escrito. Esto definió su camino como escritor y pavimentó su desarrollo como tal.

El viaje a la India que realizó en 1911 representó tanto un escape de la angustia como el origen de una crisis. A pesar de la aparente calma de su vida burguesa, casado, con tres hijos y un hogar en el campo, su realidad no estaba exenta de problemas. Entre ellos, la enfermedad mental de su esposa. Su peregrinación, en vez de brindarle el sosiego y espiritualidad que buscaba, lo enfrentó a un mundo más material y mundano del que esperaba encontrar. Esta decepción sufrida puede leerse entre líneas en Siddharta.

El inicio de la Primera Guerra Mundial coincidió con otras calamidades a nivel personal: la muerte de su padre y la enfermedad de uno de sus hijos. Hesse se presentó como voluntario para el servicio y fue rechazado varias veces. Al mismo tiempo, su conflicto con la opinión pública y con la idea de la guerra fue creciendo, fraguando en él una inclinación pacifista. Como parte de su búsqueda de respuestas, Hesse decidió dejarse psicoanalizar por un discípulo de Jung. Los frutos de ambas experiencias, la guerra y el psicoanálisis, forman parte de la historia y trasfondo de Demian.

Durante la Segunda Guerra Mundial tuvo lugar una de las grandes transformaciones de su vida. Hesse comprendió que su sufrimiento poco tenía que ver con el horror de la guerra o con el destino universal. En su perenne conflicto con el resto del mundo, estaba expresada su batalla interna. “Dentro de mí encontré toda la guerra y todo el ansia de matar al mundo, toda su ligereza, toda su brutal sed de placer, toda su cobardía; primero tuve que perder todo el respeto de mí mismo, luego el desprecio de mí mismo, no tenía otra cosa que hacer que hundir la mirada en el caos hasta el final, con la esperanza tan pronto viva, tan pronto moribunda, de volver a encontrar más allá de caos naturaleza, inocencia”, escribió Hesse respecto a esta época (Obstinación, 1972). Llama la atención que Sinclair, en Demian, y Siddharta, en la novela homónima, experimentaron procesos bastante similares.


Análisis de una de sus citas más importantes, desde la perspectiva filosófica y la religiosa


"El pájaro rompe el cascarón. El huevo es el mundo. Quien quiera nacer, tiene que destruir un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El dios se llama Abraxas".

Hesse en Demian (1919)

Hermann Hesse creció en el seno de una familia cristiana protestante, pietista, abocada al trabajo misionero. Desde muy pequeño notó que la religión generaba una distinción entre el mundo luminoso, el de su hogar y sus padres, y el mundo oscuro, el exterior, lleno de naturaleza corrompida y pecado en comparación. La angustia resultante de esta dualidad, presente también dentro de sí mismo, sólo comenzó a resolverse una vez que aceptó su propia naturaleza como un todo. Para ello, Hesse hubo de experimentar la destrucción de un conjunto de creencias heredadas y de su visión de la familia, su mundo. Este emprendimiento del camino de vuelta hacia sí mismo fue objeto de sus escritos en numerosas ocasiones, siendo los más claros ejemplos Emil Sinclair y Siddharta.

Desde el punto de vista existencialista, podría decirse el pájaro-hombre sólo es tal, sólo adquiere vida, una vez que rompe el cascarón de su zona de confort. El pájaro-hombre debe asumir su tarea de destruir el mundo que conoce para llegar a lo desconocido y aceptarlo. Esta frase aparece en un capítulo de Demian que es dedicado al proceso de integración del “mundo claro” y el “mundo oscuro”, y su reconocimiento como la misma cosa. Es presentada una deidad, Abraxas (similar al dios hindú Shiva, que destruye para crear), a la que se puede considerar como la suma de todas las posibilidades existentes para el ser humano, en un único individuo y en todos. El destruir un mundo de viejas costumbres y creencias heredadas, la liberación del cascarón, no puede más que permitirle al ser asumir la responsabilidad de seguir su camino, como lo dicte su fuero interno.


🔍 📖 Fuentes consultadas


  • HESSE, H. (1982). Hermann Lauscher. Gesammelte Werke 1 (Colección de obras 1). pp. 216-339. Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag. (orig. 1901)
  • HESSE, H. (1982). Unterm Rad (Bajo las ruedas). Gesammelte Werke 2 (Colección de obras 2). pp. 5-178. Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag. (orig. 1906)
  • HESSE, H. (1982). Demian. Gesammelte Werke 5 (Colección de obras 5). pp. 5-163. Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag. (orig. 1919)
  • HESSE, H. (1982). Siddhartha. Gesammelte Werke 5 (Colección de obras 5). pp. 355-471. Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag. (orig. 1922)
  • HESSE, H. (1972). Eigensinn - Autobiographische Schriften (Obstinación - Escritos autobiográficos). pp. 7-222. Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag.

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