La vida es corta para levantarse triste... hoy quieres que la gente te trate bien y te valore, pues bien, comencemos a olvidar a los que no los hacen. La vida se encargara de ponerlos a cada uno en su lugar.
Recordemos que todo llega y todo pasa por alguna razón. Si en esta vida que Dios no a regalado, nos da una segunda oportunidad, con nuestra familia, en el trabajo, o con un amigo. "Agárrala"... Nuestros padres nos enseñaron que la vida no seria fácil... solamente nos prometieron que vale la pena.
Cuando comencé a observar los cambios en mi cuerpo, agradezco a mama de estar allí para mi, ella comenzó a limitarme en jugos con muchachos mas grandes, mis hermanos mayores me acompasaban al salir, yo me sentía muy especial en casa, por las atenciones con migo.
A los nueve años, me sentía en casa toda una señorita con mis tareas, con mis hermanos, cuando me preparaba para ir a la escuela con mi adelantar de cuadros azul y blanco, mis mocasines negros, sin miedo por la calle, llegaba al salón y escuchaba hablar a la maestra. Con altos y bajos culmine toda mi primaria y secundaria. Logrando obtener un titulo en la universidad. !Doy gracia por esos logros obtenidos!.
Doy gracias también por mis recuerdos, en especial uno, cuando tenia unos diez años asistía un día a la semana a un ensayo de unos 15 años, yo ensayaba sola porque mi compañero faltaba. Mi vestido era hermoso, con armador, encajes y flores, zapatos blancos, teníamos que comenzar a bailar agitando suave un abanico, yo lo agarrada fuerte para no dejarlo caer, en la fiesta conocí a mi compañero del vals, era un señor mayor, delgado, alto, sudaba mucho,no le logre verle la cara durante todo el vals.
Pero yo sabia que en la fiesta estaba un muchacho por el cual mi corazón palpitaba, no baile con el, pero mi hermano se encargo que la pasara bien bailando con migo, haciéndome dar vueltas y vueltas con mi vestido largo.
Al formalizar con mis padre mi noviazgo.., ya comenzaba a conocer mis sentimientos, de disfrutar la compañía de otra persona, que no era familia, pero me importaba todo de el, como si teníamos la misma sangre. Creciendo así un amor mutuo. Dándole las gracias a mi Dios por ser en al actualidad así.
Siguiendo con los agradecimientos de mi vida.... tengo la dicha de nacer mujer y poder dar vida a otros ser dentro de mi vientre, llegaron a mi vida, dos niños deseados, planificados y sanos, los cuales enlazaron con mayor fuerza esos sentimientos de unión a dos personas que no tienen la misma sangre. Pero los une el milagro de la vida..." fuimos bendecidos por eso".