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Hola queridos steemians, feliz y bendecido día para todos.
El día de hoy quiero escribirle de un tema que aunque suene un tanto raro es más común de lo que pensamos y esto se trata de la los “amigos imaginarios”.
Aunque muchas personas asocian el hecho de tener amigos imaginario con fenómenos de otra dimensión esto no es así, estudios han demostrado que entre los 3 y 6 años, cada 4 de 10 niños acobijan en su vida este tipo de amigos, que pueden ser tanto personas como peluches u objetos inanimados a los que ellos en su mente le dan vida.
Es normal encontrar niños con amigos imaginarios, hay casos donde estos aparecen para ayudar a afrontar un trauma o algo que les esté afectando a los niños , como dificultad para dejar el pañal, un divorcio o incluso la llegada de un hermanito. Pero hay niños donde la imaginación es su plato fuerte y por eso gozan la llegada de este fantástico amiguito.
Como padres nos cuesta salirnos de la realidad para asumir el amigo de nuestro hijo y cuestionamos la presencia y la realidad de este amiguito, cosa que puede afectar emocionalmente a nuestros hijo, ya que en el consiguen saciar el sentimiento de abandono o incluso los miedos para asumir algo que los atormenta, se sienten apoyados y acompañado. Entonces, al cuestionar esta presencia estamos dejando al aire todo lo que nuestros hijos han logrado con este amigo, en ocasiones por temor a caer en un plano irreal y sentir que son entes del mas aya (jajaja) ¡Sí! Hay padres que creen que sus hijos están jugando y viendo fantasmas, caen en un miedo terrible y solo quieren y se esfuerzan por sacar este amigo de la vida de sus hijos.
Amigo imaginario= Supervisión
Nuestros hijos no necesitan que los estemos cuestionando constantemente y que los tildemos de locos, es por esta razón que si desconfiamos o nos causa temor la presencia de este amiguito, lo ideal es supervisar cuando nuestros hijos jueguen y hablan con él, interactuar y hacernos de igual modo amigo de ellos, hay un dicho que dice, al enemigo es mejor tenerlo cerca, así que si vemos este amigo como un temor, lo mejor es cerciorarnos quien es y de donde viene. No tengamos temor de darle en espacio en nuestra vida y nuestro hogar, pero sobre todo esperar pacientemente que este se decida marcharse ¡Claro! Siempre y cuando sepamos que no causa ningún daño a nuestros hijos.
Cuando mi hija tenía 3 años, apareció una amiga que se llamaba Sofía y solo ella podía verla, ¡obviamente me asuste! Pero recordé que cuando era pequeña, mi prima tenía una amiga llamada Cuancua, que esta si dio lata (jajaja) en ocasiones tenía que pararme de una silla, porque según mi prima “hay estaba sentada su Cuancua” yo la estaba pisando, recuerdo que mi tía tenía que poner un plato de más en la mesa para ella y millones de cosa más. Para mí que tenía la misma edad de mi prima me parecía extraño y la tildaba de loca (jajaja) pero mi mama me explico que era lo que pasaba, en ese momento me pidió por favor, que así yo no viera a Cuanca respetara el pensar de mi prima, cabe destacar que lo hice pero esa Cuancua sí que dio bastante que hacer y no fue hasta los 9 años que esta amiguita se fue, hasta la fecha mi prima dice que Cuancua era real y la recuerda.
Cuando Sofía llego a nuestra vida, inmediatamente recordé a Cuancua ¡A pesar que no era mi amiga! Pero, esto me trajo un poco de calma, así que decidí investigar de donde venía la fulana Sofía. Según mi niña Sofía era una niña de 3 años igual que ella, a la cual le encantaba jugar, sus papás le daban permiso y aunque era bastante llorona jugaban y se divertían. Le pegunte ¿Por qué Sofía lloraba tanto? Me dijo, porque siempre quiere todos los juguetes, entonces entendí que el temor de mi niña era compartir, así que empecé a trabajar en esto.
Un día entre a la habitación y veo todo regado, varios juguetes rotos que según mi niña había sido Sofía, hay supe que si no ponía una medida, esto se podía salir de control. Le dije, a ver, si Sofía sigue comportándose mal, lamentablemente no podrá seguir viniendo, en esta casa hay reglas y si no las cumple no la dejare más jugar contigo, entonces me tuve que sentar en una silla a hablar con Sofía, cosa que hoy me causa mucha gracia. En aquel momento le dije que en mi casa no se rompían juguetes, las niñas no gritaban y se portaban bien, que nadie tenía poder sobre otro, así que nadie le daba órdenes al otro, ósea que ella no podía pedirle hacer a mi bebé cosas que no estuvieran bajo las leyes de la casa y mi hija tampoco a ella. Afortunadamente Sofía solo duro 2 meses en casa, cuando mi bebe aprendió a compartir esta desapareció.
¿Cuándo los amigos imaginarios no son buenos?
Es normal y sano que nuestro hijos tengan estos amigos, pero cuando notamos que sus actitudes y carácter cambian para mal, es hora de interceder y buscar ayudar profesional, no es normal que nuestro hijos solo jueguen con su amigo imaginario, se retraiga del mundo, se torne agresivo o incluso baje el rendimiento escolar, por ello una mano experta es lo ideal, para aclarar la manera de cómo lidiar con estos amiguitos imaginarios. Por otro lado si notamos que nuestros hijos tienen actitudes más paranoicas o que su amiguito se torna un tormento, no podemos dejar de comentárselo al profesional y si este no le consigue respuesta, no descartar lo paranormal ya que dice un dicho “de que vuelan vuelan”.
Si se sigue con estos amigos en la adultez, es una muestra que no fueron tratados y el temor o el trauma sufrido ha incrementado, por tanto hay carencias afectivas que no fueron satisfecha, lo cual los sumergen en este mundo irreal, causando trastornos psicológico grave, más aun cuando este amigo, tiene una personalidad propia y la capacidad de influir en sus actos. Por tal razón es de suma importancia prestar atención a los amigos imaginarios sin caer en la paranoia.