Hay estudios que muestran que se ha comido en la región chile desde hace más de 5 mil años, por ello es uno de los elementos más fuertes de la identidad de los mexicanos, nunca puede faltar una salsa a la hora de comer, incluso si comes tacos seguro tendrás a la mano cuando menos un par de salsas. Y es que no hay ninguna casa en México que no te ofrezca una salsa a la hora de comer y si eso sucede uno se queda con la sensación de que falta algo.
El picante la felicidad
En estudios se ha demostrado que el chile contiene una sustancia llamada “capsaicina” que estimula directamente a las neuronas sensoriales que responden al dolor. El cuerpo en respuesta a esta estimulación produce endorfinas para contrarrestar el dolor y producir placer, lo que produce a su vez este deseo de seguir consumiendo el picante y quizás un poco de adicción. Pero como la mayoría de las drogas no es la sustancia en sí lo que produce la adicción sino la experiencia de placer al entrar en contacto con el picante.
Así que este gusto mosoquista no tiene nada de irracional, pues al final cuando tenemos algo que nos produce placer siempre procuramos tenerlo cerca y por eso el chile está presente por todos lados, en cada casa, restaurante, taquería o puesto ambulante. Porque incluso comemos picante con la fruta y los dulces, que por sí mismos son muy bueno, pero se vuelven aún mejores al tener ese pequeño toque de chile, que puede parecer extraño, pero al final siempre se disfruta.
Uno puede estar sentado, leyendo publicaciones en steemit en la más completa tranquilidad, uno sólo se concentra en lo que está haciendo, y de pronto, de la nada, comienza una sensación en la boca, como que te dice “quiero enchilarme un poco”, y sigue la sensación a la parte trasera de la mandíbula, de apoco es en todo el cuerpo y de sólo imaginarlo ya te sientes bastante feliz, así que no sólo quieres comer, quieres enchilarte, sentir el contacto picante en la lengua y sufrir un poco porque al final eso te trae mayor felicidad.
El chile también tiene beneficios para la salud, pero eso es lo que menos importa, tan sólo quieres consumirlo, aunque al final muchos sufren de fuertes gastritis, pero eso es algo a lo que no llegamos algunos, aprendemos a moderarnos para no sufrir las consecuencias de un consumo desmedido.
Así que no le temas al chile que al final te recompensa con un poco de felicidad.