Hola amigos de steemit, después de una pequeña ausencia por motivos ajenos a mi voluntad, he vuelto para quedarme.
Hoy me levante con el alma a flor de piel, pensando en el día a día de nosotros los venezolanos que aún permanecemos en nuestra tierra.
Como hemos sobrevivido tanto, como hemos luchado para salir a flote con nuestras fuerzas e incluso con las de aquello que nos esperan en casa.
Ayer mientras me dirigía a mi lugar de trabajo, escuchaba a dos señores hablando de aquellos tiempos donde según el gobierno se comía perrarina, pero ellos hablaban de una Venezuela bien distinta a la que el gobierno hoy en día denomina la Cuarta República.
Esos dos señores en edad comprendida entre 50 a 60 años, recordaban aquellos tiempo cuando en las escuelas dotaban a sus estudiantes de uniformes, zapatos y útiles escolares, cuando tres veces por semana le daban los cartoncitos de leche con sus respectiva merienda.
Hablaban del transporte y lo normal que transcurrían, de las calles y la seguridad que sentían cuando por ella caminaban de los supermercados y las distintas farmacias que visitaban, cuando necesitaban de algo insignificante como lo era una curita.
Hablaron de sus pertenencias, de lo que obtenían con un sueldo mínimo y de lo que les quedaba para gastarlos en los que querían, depositaban en los bancos y sacaban los que ellos querían.
Planificaban sus viajes familiares, los domingos en casa, las visitas de los amigos cuando querían hacer algo distinto, las navidades eran felices ni decir el día de la madre ni del padre, el día del niño hacían los que ellos querían.
Recordaban las veces que pasaba ENELVEN para dejar los recibos de luz y las veces que se colocaron debajo del posta cuando se le hacía mantenimiento a los transformadores eléctricos.
Pero solo falto llegar a la realidad, su rabia se desbordaba en cada palabra que decían, con frases muy comunes al gobierno aborrecian, ya no recuerdan que contiene un recibo de luz, se lamentaron de ver los camiones de lo que era ENELVEN arrumados todos dañados, se lamentaron de los niños que ya no van a las escuelas porque no tienen un par de zapatos ni un buen uniforme para asistir sin olvidar que tampoco asisten por la falta de alimentación y la asistencia de los profesores que no cumplen sus labores por la misma razón, sin olvidar que tampoco devengan un sueldo digno, acorde a sus conocimientos y años de trabajo.
También se lamentaron de sus pertenencias tener dinero y que los limiten a sacarlos por el hecho de que no halla efectivo para retirarlos.
Ya no visitan los supermercados y recorren tanto las farmacias que se cansan de seguir intentando porque la unica respuesta que consiguen es UN NO HAY..
El transporte es un caos que día a día se ve reflejado en cada lugar del país, no no se consiguen los repuestos y conseguir carros en buen estado es una odisea.
Hablaron tanto que al momento de bajarse uno de ellos le dijo hasta luego amigo espero verte de nuevo y que no sea en Revolución.
PD: Yo no tengo 50 tampoco llego a los 30, pero yo también recuerdo esa época donde en mi escuela nos dotaban de uniformes, zapatos y útiles escolares, también la merienda y los cartoncitos de leche! Tiempos que llevo guardado en mi memoria y que confiando en Dios volverán de nuevo pero mucho mejor!
Algunos pasamos las mismas dificultades, quizás otros no tanto, pero estamos navegando en el mismo mar, pero en distintos barcos, buscando donde llegar para poder descansar y encontrar una vida estable sin tener que llorar cada mañana al despertar por no tener que desayunar ni darle a nuestros hijos un plato de comida!