Desde el día uno te dije amor de mi vida ya van 1902 días y aún lo sigues siendo. Con infinidades de problemas hemos seguido adelante, luchando por un futuro juntos y por un mejor por venir, ahora que estás lejos los besos se añoran y las caricias se anhelan.
Se que puedes pensar que me quiero olvidar de ti, olvidarme de tu cara, de tu cuerpo, de tu forma de ser y hasta de esos hermosos oyules que se te hacen en el rostro.
Quizas también pensarás que te puedo dejar amar y que la distancia marcará fecha de vencimiento a todo lo nuestro.
Quizas en algún momento el destino te de la razón, pero esa no es mi verdad ahora, esos no son mis pensamientos y mucho menos son mis intenciones.
Para amar se necitan dos y para mi, mi necesidad eres tú.
¿Cómo pedirle a la vida un regalo que no seas tú?