Las redes son para cada persona una ventana distinta, muchas veces es complemento del trabajo diario que realizamos, otras es una forma de entretenimiento y noticias, en algunas oportunidades una posibilidad de expresar opiniones, quejas o alzar la voz, este último punto es el eje central de esta reflexiva declaración.
Es conocido que en #Venezuela la libertad de expresión, no es tal cosa, la censura ha calado todos los espacios y cada vez más nos amedrentan como ciudadanos para callar nuestras opiniones, pero como dice el refrán popular, “el que tiene ojos… que vea”, esto es que no se puede ocultar lo que sucede, la crisis de tal magnitud que ha calado todos los planos sociales, la vida en el país es un “desafío”, casi como el programa de “súper humanos” peo está vez venezolanos.
Conocemos la historia, no es un tema que no se ha hablado, algunos hemos despedido a muchos, los que nos hemos quedado evaluamos todo lo que tenemos, los que nos toca, pero como ciudadanos seguimos existiendo y atesorando expresarnos.
¿Por qué explico todo este preámbulo?
Porque he sido víctima de afectos al gobierno de mensajes inapropiados por quejarme, estar activa en las redes y tener una posición definida frente al socialismo.
¿Mi posición?
Opositora a ultranza, obviamente.
No voté por el difunto presidente Chávez, no le debo nada, no creo que fue mejor que Maduro ni nada por el estilo. De hecho soy una de las firmantes de la lista “Tascon”, por años he sido perseguida por aparecer en esa base de datos.
En varias oportunidades que incursioné en los trabajos industriales de mi país el estigma de la lista me negó las posibilidades, pero tuve gracias a Dios la sabiduría de estudiar en mi carrera profesional como docente y en una Universidad “Autónoma” ejercí mi sueño de enseñar, hoy esta autonomía también es atacada.
Las universidades han pasado a ser el trofeo que aun no obtiene el chavismo, una isla de oposición e inteligencia que a muchos nos mantuvo en pie. Pero que hoy no es sustento, ni seguridad para sus integrantes, los docentes son escasamente pagados, las instalaciones son saqueadas y lo que dicen respaldar la educación es total mentira como muchas de las declaraciones del régimen.
Todo esto me afecta, siempre me ha dolido esta situación de mi país, hoy me causa más tristeza por el futuro de los niños, en el cual incluyo a mi hija. Para completar mi absoluta decepción, actualmente estoy recibiendo mensajes de algunas personas solicitando no amablemente que “deje de protestar”, que más linda me veo calladita y otras declaraciones que sinceramente me causan miedo.
¿Denunciar?
Más que bloquear a los usuarios y no permitir mensajes, las redes no nos dan otra posibilidad. Y denunciar ante el gobierno de Maduro es como correr más peligro.
Sin embargo, mantengo mi frente en alto, mi voz es la voz de las personas que se niegan a ver un futuro sin esperanzas. Ruego a Dios que en algún momento esto pase, que los hermanos regresen y que no tengamos que escapar todos del pánico.
Algo más… seré siempre Luisa Serra @Slwzl ❤
“El pueblo no debería temer a sus gobernantes, son los gobernantes los que deberían de temer al pueblo.”
Hugo Weaving.
Imágenes propias. Fotografías tomadas con un móvil Blu Vivo One Plus. Cámara f / 2.0 1/100 3.79mm ISO 200. Editadas para los mensajes usando la aplicación de diseños Canva.