Un saludo cordial a todos mis apreciados lectores. Los que me conocen saben que a mí me gusta comenzar mis post de manera positiva, por ello me gusta dejarles a todos lo que pasan por aquí mis mejores deseos para que su estancia dentro de steemit sea agradable.
Si es primera vez que me visitas, déjame comentarte que desde hace un tiempo yo me he propuesto la meta de psicologizar steemit. Para ello, mi objetivo principal dentro de esta plataforma es con mi blog crear un espacio donde se fomente y promueva el crecimiento holístico de las personas.
En mi anterior post les hable sobre los beneficios que trae para nuestra vida el hecho que cultivemos en nosotros la gratitud. Así que, para esta ocasión les quiero enseñar mi manera particular de agradecer, la cual la elabore cuando estudiaba sobre el existencialismo de Martin Buber. Esta manera de agradecer me ha ayudado a mejorar mi bienestar, puesto que me permite valorar de manera positiva mi vida, crear y mantener vínculos positivos, y transformarme cada vez más en lo que yo de verdad quiero ser.
Sin más preámbulo, comencemos:
¿Quién es Martin Buber?
Martin Buber fue un filosofo y escritor judío. Nació en Viena el 8 de febrero de 1892 y muere en Jerusalén el 13 de junio de 1962 a los 70 años de edad. En su vida ayudo al establecimiento de los judíos en Israel después de la segunda guerra mundial, creo varios escritos que ahora forma parte muy importante de la cultura universal. También, sus trabajos filosóficos han servido como fundamentos para la corriente humanista que surgió después de la guerra.
Así mismo, Buber es uno de los principales desarrolladores de la filosofía existencialista, siendo también uno de los pocos que abordan esta rama de la filosofía sin ser ateo. En pocas palabras puedo decir que, él centra su propuesta filosófica existencial destacando la importancia que tiene para nosotros el dialogo y la interacción, explicando que los seres humanos no somos entes aislados sino que en cambio estamos siempre en una constante relación con algo o alguien.
El mejor ejemplo que les puedo dar de ello es el la relación más básica que tenemos en nuestra vida, la cual sucede cuando respiramos. El proceso de respirar es uno de los más básico y fundamentales que tenemos, el cual nos mantiene unidos con el mundo desde el mismo momento en que nacemos, puesto que si no lo realizamos en poco tiempo moriríamos asfixiados.
Ahora tomémonos un tiempo para analizar el proceso de respirar: Cuando a nuestro cuerpo le hace falta oxigeno recurrimos al ambiente que nos rodea e inhalamos, y en esta acción tomamos una parte del medio que nos rodea y la hacemos nuestra. Luego cuando tenemos un exceso de dióxido de carbono vamos nuevamente al ambiente y exhalamos, entregándole una parte de nosotros a ese mundo que nos rodea; y así, en este simple ejemplo podemos ver que luego de cada ciclo de respiración ya no somos los mismos, cumpliéndose en cada vez que lo hacemos la ley de la impermanencia.
Algo importante a destacar de la propuesta de Buber es que, en su argumento explica que en estas interacciones a través del dialogo nosotros nos construimos y construimos el mundo que nos rodea. Esto es así porque, con el dialogo nosotros obtenemos información del mundo que nos rodea, y con el dialogo interior ordenamos ese mundo en nuestra mente para poder comprenderlo y adaptarnos a él.
Cabe destacar que, Martin Buber en su filosofía explica que nosotros interactuamos con tres instancias distintas, siempre una a la vez y solo lo dejamos de hacer para pasar a otras de estas instancias. Ahora proceder a hablar un poco de cada una de ella:
- Una de estas viene siendo algo que nosotros consideramos como trascendental, llámese este Dios, Universo, Suerte, Divina Providencia, Energía, Amor, Cosmos, Naturaleza, Ciencia, o cualquier cosa que nosotros consideremos como algo superior.
- Otra instancia sería la de los diferentes seres que nos rodeas, con los que podemos interactuar de manera personal e individual, pudiendo ser estos otra persona, algún animal, un objeto, alguna planta, entre otras cosas que cumplan este criterio.
- Finalmente, y no por ello menos importante, cuando no estamos interactuando con algunas de estas instancias anteriormente nombradas, significa que nos encontramos interactuando con nosotros mismos, a través de un dialogo interno que nos va construyendo y reconstruye a medida que lo realizamos.
Cuando aprendí todo esto quise adaptar esta información para poder usarla cuando yo agradecía, porque intuía que si incluía esta enseñanza en ella iba a profundizar de mejor manera en mi práctica espiritual, y déjenme decirle que no me equivoque. Por esta razón, quise dedicar un espació en Steemit para compartir con ustedes mi manera intima y particular que yo tengo para agradecer mi vida.
Primeramente Agradece aquello que tú consideres que está por encima de ti.
Primero que nada, antes de agradecer procura estar tranquilo para lo cual pudieras previamente regalarte unos minutos de meditación; esto con el fin de poder centrarte en ti mismo. Posterior a ello y en la medidas de tus posibilidades, intenta estar en un espacio tranquilo para que se te haga fácil intimar contigo mismo.
Ahora para iniciar tu práctica de agradecimiento, comienza por buscar algo en tu vida en lo que te sientas beneficiado de alguna manera y por lo cual quisieras dar las gracias. Después, empieza por darle las gracias a esa instancia que tú consideras se encuentra por encima de ti, entendiendo mientras lo hace que si no fuera por ella tu no estarían en este mundo recibiendo los dones por los cuales estás agradeciendo, y también comprendiendo que es gracias a ella por la que a ti te ha llegado ese beneficio.
Después dedica un espacio para agradecerte a ti.
Muchas veces sucede que nos dedicamos gran parte de nuestro tiempo para apreciar lo que los otros hacen por nosotros, poniéndonos de último lugar y olvidando que si nosotros no permitimos que nos ayuden nada podría pasar. Por esta razón, después de darle las gracias a aquello que tu consideras que se encuentra por encima de ti, seguidamente debes dedicarte un espacio de tiempo para buscar aquellas cosas positivas por la que tú consideres que mereces darte las gracias.
Esto normalmente les suena egoísta a aquellas personas que suelen en la mayor parte de su vida dejarse de último. En estos casos les recuerdo un sabio principio que nos enseña una de las más antiguas religiones que existen en el mundo “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Ósea, para poder amar y servir al otro, este camino espiritual nos enseña que debemos primeramente servirnos y amarnos a nosotros mismo. Al dedicar una parte de tu tiempo para darte las gracias a ti mismo estarás cultivando en ti un amor propio, que te permitirá tener una autoestima sana y amar verdaderamente a los que te rodean.
Finalmente termina por agradecer a todos aquellos que te rodea
Esta es la fase final de la práctica de gratitud que yo te propongo. En ella te invito a que busques en todo aquello que te rodea la manera como te ha beneficiado, desde las personas con quien te relacionas continuamente hasta aquellas cosas que te faciliten la vida. Por ejemplo, puedes darle las gracias a un amigo que te haya hecho un favor, pasar después a darles las gracias a tu mascotas por compartir contigo y alegrarte tus días, seguir por agradecer a tu casa porque te brinda un espacio donde estar seguro, y terminar con las plantas porque refrescan tu ambiente y te brindan del oxigeno que necesitas para respirar.
Al realizar esta práctica de manera diaria estarás construyendo vínculos positivos que te llenaran con una nueva vitalidad reconfortadora, la cual te hará sentirte en paz y armonía con tu mundo. Asimismo, recuerda que en cada una de las relaciones que desarrolles estarás construyendo tu Ser, por tal razón, al crear y conservar este tipo de vínculos te estarás nutriéndote con los aspectos con que interactúes en tu día a día, haciéndote por ello cada vez más fácil darle sentido a tu vida.
Hasta la próxima.