Concurso de Escritura 05-11-2018, “Historia Alternativa”


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Esta es mi participación en este concurso convocado por @fuerza-hispana


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Ni la luz que atravesaba a raudales la ventana de vidrio e iluminaba el rostro de Caperucita Roja la despertó, tampoco el canto de los gallos. Ni siquiera el fuerte ruido del motor de la motocicleta Honda 750 del vecino de enfrente que sonaba como si de una gandola se tratara. Ni la luz, ni el ruido, pues, la despertaron, pero el sabroso olor que llegaba de la cocina la despabiló enseguida. Se desperezó. Olía a arepa frita y a una mezcla de mantequilla, cebolla refrita, tomate… ¡Ah! Mamá hoy le daría su arepita con esa salsa de tomate casera que sólo ella hacía tan bien.

Se levantó, se dio un buen baño, se vistió y de una vez se puso la linda capa roja con capucha o caperuza que le regalará su papá días antes de morir y cuyo uso continuo había llevado a que todos ¡Hasta en la escuela! La llamaran “Caperucita Roja”.

Mientras engullía su arepa con la salsa de tomate, mantequilla y queso rallado, su madre le dijo:

-“Corazón, necesito que vayas donde tu abuelita hoy a llevarle unas cosas. No está bien de salud, debe descansar. Le envío algo de comer para que no tenga que estar cocinando… Otra cosa, Caperucita, ve con cuidado. Bordea el bosque, te envío temprano para que llegues allá a buena hora y te vengas en la tarde. No se te ocurra cortar camino por el bosque, recuerda que dentro hay un lobo, ya probó carne humana y quedó “picado”. Es mejor no inventar”.

  • “Tranquila, mamá, iré por el camino de siempre”

Revisó el contenido de la cesta que le entregaba la mamá:

-“Sopa, verduras, frutas, cazabe, postre… ¡Lástima que por lo cara que está la carne no puedas enviarle un bistecito o un hígado encebollado! ¡Cuándo cambiará esta situación loca!”

  • “No se, hija, habrá qué tener paciencia”

  • “Será. Me voy, bendición, mamá”

  • “Dios te bendiga”

Caperucita caminó con rapidez. Cerca del bosque se detuvo a tomar unas moras silvestres para preparar una jalea para su abuelita. Le gustaba mucho la cocina, había decidido que esa sería su profesión cuando fuera adulta.

  • “Hola, linda niña ¿Dónde vas?”


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Se volvió al escuchar la gruesa voz. Se dio cuenta que el corpulento cuadrúpedo que le hablaba recostado entre los árboles del bosque era el lobo, pero le dijo con aplomo:

  • “A visitar a mi abuelita que vive en el cruce de caminos, al pasar el bosque. Está algo enferma ¿Usted vive acá?”

  • “Sí, acá, en el bosque, solo”

  • “¡Oh, qué malo debe ser vivir solo! Le invito a casa de mi abuelita, llegue como a las tres para esperarlo con una buena merienda”

  • “¿Es la casita azul?”

  • “Sí, esa misma. Sea puntual”

  • “ Claro, gracias por la invitación”

El lobo desapareció dentro del bosque. Caperucita tomó su celular y telefoneó a la abuelita:

  • “Abuelita, tranca bien la puerta, voy a visitarte pero es posible que antes llegue un lobo. No lo dejes pasar hasta que llegue yo ¡Tendremos una magnífica cena!”

  • “Okey, hijita, pero ten mucho cuidado”

El lobo no llegó antes como temió Caperucita. Se presentó a las tres en punto esperando participar de la merienda primero y comerse a Caperucita y su abuelita después. La puerta se abrió para darle paso y apenas entrar recibió un toletazo que le partió la cabeza.

De inmediato Caperucita llamó a su mamá y cuando ella llegó ya estaba lista la cena: Estofado de lobo a las finas hierbas y las tres degustaron de esa carne blandita y deliciosa.

(Para la narración utilicé 598 palabras)

Para participar en este concurso lee sus bases acá: https://steemit.com/fuerza-hispana/@fuerza-hispana/concursodeescritura05-11-2018historiaalternativa-rd0jruvw8s


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