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Aunque era conocido como el dios del sol, fue más que eso. Era el dios de las enfermedades, pero también de la curación. Dios de las plagas, pero también de la protección contra el mal, dios de la armonía y del equilibrio, así como de la belleza y la perfección. mitología.info
Para Nietzsche lo apolíneo es lo onírico, pero es el sueño que como premonición nos acerca a la verdad, es la luz y para alejarnos de la apariencia necesariamente se aleja de las emociones bajas e instintivas, por esto se acerca a la racionalidad. Es estructura, armonía en las artes principalmente la escultura y la poesía, también al artista de lo bello. Es este representante de lo individual.
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Es el dios del teatro, las fiestas, el vino y los excesos, representa las emociones, el caos y el desorden GuiadeGrecia
Para Nietzsche Dioniso tiene un significado de embriaguez es lo más instintivo, propio de las artes como la música y el teatro. Es incluso, superar la barrera individual para volver a lo natural, a la tierra. Es el ser humano que se reencuentra con su estado natural. Nietzsche sostiene que en el estado dionisíaco:
El ser humano ya no es un artista se ha convertido en una obra de arte. El nacimiento de la tragedia
Siguiendo la filosofía nietzscheana, podemos aproximarnos a una visión de nuestro mundo en la actualidad aún dominado por la racionalidad, la belleza estructurada en forma de medidas y utilidad, incluso algo que bien podría atribuirse a la irracionalidad como es el amor hoy puede buscarse desde la utilidad; por recursos que tiene la pareja que ayudaran para un fin, o por una belleza de acuerdo proporciones y medidas en el cuerpo físico.
Quizás hemos caído en un exceso de lo apolíneo, desvirtuandolo incluso al hacerlo tan puro, pues tal parece que estos dos estados deben existir uno con el otro en una constante pugna. Es posible que la razón excesiva nos hizo negar nuestra parte más instintiva, que guardaba una estrecha relación con la naturaleza, con nuestra emocionalidad y pasiones, pero también con el vínculo con la naturaleza y con otros, pues hoy hay una excesiva individualidad.
¿Hemos roto nuestra propia antítesis? Será que hemos necesitado tanto de la certeza de la razón que hemos incomprendido que el caos también forma parte de nosotros, que la incertidumbre es constante en nuestra vida y en los otros también nos hallamos a nosotros mismos ¿Nos habremos aferrado tanto a no vivir en apariencia que hemos creído que la realidad es una sola?
Es parte de las ideas que traigo para su reflexión. Espero que les haya gustado ¡Muchas gracias por leerme!