Te puedo observar en aquella realidad ficticia
En la que apareces de la nada ante la puerta
Con un ramo de rosas azules
Confesando tu amor y promesas de pasión.
Una sonrisa se dibuja sobre mi rostro
Tu risa refleja mi cara de asombro
Pude ver como un pasado lleno de oscuridad se iluminaba
con el más sutil de tus cariños.
Mi respiración se entrecorta
Las lágrimas se deslizan por mis mejillas
Sólo quería la muerte,
pero tú me traes amor.
Tus brazos rodean mi cintura con fuerza
como si no quisieras que desapareciera de nuevo
Puedo sentir los fuertes latidos de tu corazón,
que traspasan todo sentido lógico de realidad.
Como escritora he muerto
Pero hoy renazco en mis cenizas
La esperanza de un nuevo amanecer
El que tanto anhelábamos.
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