¡Qué broma! Parece que me perdí…
Hoy te contaré mi historia. Aunque no sé ni cual, porque parece que sé lo mismo que tú. Es bastante corta, la verdad. Creo que incluso puedo resumirla en una frase:
Estaba en mi casa, desperté y ahora no sé donde estoy.
Pues sí, así a lo loco. Me dormí en un lugar y desperté en otro. Primero creí que era un sueño, pero no sé, es un sueño muy raro. En mi sueño no siento el dolor como lo siento ahora. Ni mis pasos. Esto parece muy real. Me encontré de pronto caminando en la calle, con mucha hambre y sed. No recuerdo haber tenido hambre o sed estando soñando.
Camino y camino y no hay límites que pueda cruzar estoyemocionadonopuedohablar
Mi casa es muy bonita, hay espacio suficiente para caminar y olisquear un poco. Pero esto es inaudito. La tierra en donde estoy ahora pareciera no tener fin; camino y camino, puedo llegar a cualquier lugar. Hay caminos grises por donde los autos pasan. Sé qué son porque mi dueño tiene uno. Hay árboles. Hay flores. Y gente por montones. Creo que he visto cien cincuenta millones y cuatro, en cinco minutos de camino. No creí que hubiera tantos allá afuera, son como moscas. Pero ninguno se parece a mi dueño…
Me gustó este paseo, más largo de lo normal por cierto, pero llega un punto en que ya te duelen las patas de tanto caminar y dices ¡ya! Ya quiero descansar. Pero no quiero descansar aquí…
El sol vino y se estaba yendo cuando, oliendo unas hojas en un montarrascal, escuché la animada plática de un par de niñas. Como me dio mucha curiosidad las seguí. Me miraron y siguieron caminando, riendo alegremente.
Una de ellas se fue y entonces seguí caminando con la otra. Me miraba de repente pero seguía caminando con tranquilidad. Quería quedarme con esa persona tan serena o al menos encontrar algo de comer o beber en el camino.
Esos carros me asustan, van muy rápido… Estoy casi seguro que si alguno choca conmigo me haría mucho daño. Así que sería mejor no acercarme mucho mientras esté por aquí. Si sólo estuviera en mi casa…
Sí encontré agua por fortuna. No muy limpia per pasable; una preocupación menos. En una de esas la chica subió unas escaleras a algo muuuuy alto. Sabía que por algún lado tenía que bajar así que la esperé del otro lado. Pero esperé y esperé… Y esperé y esperé más. Y nunca bajó de allí.
No sé si le pasó algo malo, nunca más la vi. Espero esté bien. Y no se preocupen por mí, seguiré caminando.
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Me despido no sin antes desearte un día, una noche, una madrugada y una vida feliz, dondequiera que estés. Maria Valentina @mofmaria |
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