Saludos mis queridos amigos hoy quiero dedicar este post a los libros de vida que representan las personas de la tercera edad, nuestros queridos abuelos.
Arboles generacionales que han dado paso a una extraordinaria siembra, nuestros padres y abuelos se han preocupado y dedicado a cuidar la siembra de sus árboles genealógicos , educando en valores y por medio de disciplina, honestidad y pasión.
En la actualidad debemos enaltecer la edad adulta, darles la debida importancia, ya que estos héroes incógnitos se han hecho sentir a través de la historia, reflejando sus legados de enseñanza por medio del tiempo, maestros pueblo que han sido fundadores de extraordinarias leyendas como el caimán de Sanare, artesanos de diferentes poblados instructores que conservan la técnica de los fundadores.
Cuando nos detenemos a observar en detalle cada libro de vida que ofrece una persona de edad adulta, nos sensibilizamos y expresamos internamente ¨Me quito el sombrero¨ ante una sabiduría, que lo ha llevado a ser un sobreviviente de la misma vida, pues no se aminoro ante las adversidades, sino que se creció en valentía, esfuerzo y diligencia, abriendo los mares de dificultad para abrir brecha donde no existía.
Por tal motivo es necesario despertar conciencia hacia el respeto, amor y cuidado que debemos ofrecer ante los ancianos porque cada una de sus arrugas reflejan la experiencia de vida, lo que han dado por nuestra generación, son galardones otorgados en el tiempo que se muestran como cicatrices de guerra, a veces en mi memoria retumba la voz de mi padre y sus consejos decía: Los Pachecos no son cobardes son valientes resisten la adversidad y se crecen con carácter, disciplina y pasión. Nunca lo olvidare su legado siempre estará conmigo y lo trasmitiré a mis generaciones.
Así solo me queda dar honor a quien honor merece, dar lo mejor por cada padre y abuelo ya su cuerpo no puede ofrecer más, pero sus páginas de vida son excelentes bálsamos para aquel que se da a la tarea de saber escuchar, dedicándole el tiempo justo, incluyéndolo y haciéndolo sentir útil.