Como una sonrisa triste, como una mirada ciega se manifiestan los recuerdos antaños que se queman en la hoguera, un bosque sin arboles plantados en la nada, así se ve mi alma en la eternidad de tu ausencia, arcóiris sin color, un duelo sin dolor.
Como un mar sin olas y el desierto me ahoga al recordar que ya no estas ahora, es querer morir y seguir viviendo en esta hora, tratar de ver tu mirada en un espejo sin reflejo, como ver un océano seco.
Como un libro sin hojas un reloj sin horas y un retraso sin demoras, transcita mi eternidad en el ahora, sintiendome un ventiañero viejo disfrutando de la tranquilidad del desesperado al entender por fin que ya no estoy a tu lado, solo acostado en un sarcófago sin atajos. Una lapida fría una lágrima vacía recorre este cuerpo ya sin vida.