Como ser humano debo proyectarme en lo que deseo para mi futuro y sobre dicha proyección tomar los senderos de la vida que me llevarán por el buen camino del éxito.

A lo largo de mi andar encontraré obstáculos, pero si tengo el valor y control sobre mí los podré apartar con facilidad, pudiendo de esta manera seguir por el buen camino que Dios me indica y tener en todo momento mi frente enaltecida ante el mundo.

Si en algún momento de mi vida existiera la tentación por las cosas malas, me detendré un momento a pensar en las malas experiencias que me dejará, y hasta en el hecho de que puedo herir a algún ser querido y es justo en ese momento en el cual debo recapacitar y pensar en las satisfacciones que tendré por el camino del bien.

Cuando mi entorno sea gris y no pueda aclararlo, simplemente cambiaré a uno donde la claridad me permita mirar tan lejos como el infinito, y recordaré que el matiz de mi vida lo pongo yo.

En ocasiones tocará ver ese lado de malas costumbres de muchas persona y hasta me querrán arrastrar, pero allí es donde debo guiarme por los buenos ejemplos de muchas otras personas que también tengo cerca; mientras mejor persona sea, mejor me recompensará la vida. (Ley del Boomerang).