Si se detiene a pensar, encontrará diferente educación musical de enseñanza de la música. Aunque parezca, no es redundante.
Todo surgió en mi primer día de clases en la carrera de educación mención matemáticas cuando exponía ante el grupo el por qué me encontraba emprendiendo el estudio de dicha profesión, aquella vez decía "...quiero demostrar que la educación matemática no tiene que ser necesariamente desagradable...", el buen profesor Larry Cárdenas me respondió: "estoy casi seguro de que quisiste decir la enseñanza de la matemática, pronto verás que educación matemática es otra cosa". Vaya que lo entendí y ahora lo puedo llevar al campo de la música.
Dedicado a docentes, estudiantes, músicos, docentes de música y estudiantes de música, el presente ensayo tiene dos finalidades, la primera es plantear el concepto de "enseñanza o educación musical" como base o punto de partida para una serie de artículos dirigidos al desarrollo de tan amplio tema. Y la segunda es establecer una crítica sobre los obsoletos métodos implementados en muchas academias y conservatorios, para la enseñanza de la música.
Para escuchar durante la lectura:
Educación musical
Es el proceso de enseñanza y aprendizaje de cualquier disciplina o contenido, donde se emplean elementos de la música como herramienta de formación, aprovechando las ventajas y aportes, tanto cognitivos como motores, que ofrece la práctica de este arte. En otras palabras, es hacer de la música un medio para la instrucción.
Debido a lo inmerso que se encuentra este arte en la vida de las personas, representa un potente recurso que beneficia el proceso de aprendizaje, ya que es perfectamente aplicable a cualquier área, sin embargo, conveniente es abordarla desde todos sus aspectos y dimensiones.
Probablemente, hasta ahora el lector haya asumido la educación musical solo como una estrategia de enseñanza escolar y en el aula, pero de entrada hay que aclarar que como proceso educativo es aplicable a todos los modos de formación, tanto andragógicos como pedagógicos, dentro y fuera de la escuela, por ejemplo a los hijos en el hogar, quien lo dude puede preguntarle a Mary Poppins. Pero espere, al mencionar a dicho personaje de Disney no se pretende plantear la educación musical como la instrucción por medio de canciones y bailes, esta sería apenas una pequeña parte, pues como se mencionó, conviene abordar la música desde todos sus aspectos, los cuales se podrían clasificar en interpretación, apreciación, análisis y creación.
Enseñanza mediante la interpretación musical.
Cantar, bailar, aplaudir, ejecutar un instrumento, dirigir una agrupación musical, entre otras. Son formas de interpretación que pueden ser empleadas como estrategia de enseñanza. Por ejemplo es sabido que el canto acompañado de baile y expresión corporal, ha sido sumamente utilizado y explorado en la educación inicial, pues por medio de este se desarrollan habilidades motoras, cognitivas y de interacción. Por otra parte el estudio de un instrumento musical favorece y fomenta cualidades como la disciplina, concentración y el intelecto.
Una manera de ver el potencial y el efecto que la interpretación musical puede causar en un determinado grupo de personas, es reflexionando acerca del uso que le han dado los medios publicitarios, inyectando música que el espectador, más temprano que tarde, terminará interpretando y repitiendo, por ejemplo aquella pegajosa canción de un programa de concursos donde la letra no era más que el número telefónico al que se debía a llamar para participar, hoy en día más de veinte años después, todavía recuerdo que era 0900-17288-88.
Enseñanza mediante la apreciación de la música.
Escuchar música siempre, o casi siempre, crea una sensación agradable en el espectador, por lo que la presencia de esta durante el desarrollo de temas y procesos complejos, contribuye en la disminución del estrés o cansancio mental que se pudiera producir. Además favorece en la concentración y en la memoria a largo plazo.
En un grupo de estudio es indispensable la armonía, es decir la buena interacción y relación entre sus integrantes, el uso de la música puede fortalecer los lazos dentro un grupo de personas, en especial si se realizan actividades de apreciación musical donde se intercambien ideas, gustos y tipos de música diferentes.
La música también puede inducir determinados comportamientos, en mi ejercicio como especialista de música en una escuela primaria, en las secciones que se caracterizaban por ser los más hiperactivos y bulliciosos, solía empezar las actividades con canciones muy alegres que les incitaba a bailar, saltar y gritar. Una vez drenada toda esa energía, les cantaba melodías más dulces, lentas y tranquilas, con las que conseguía que se quedaran más quietos y atentos a la clase que a continuación desarrollaría.
Enseñanza a partir del análisis de la música.
Incontables áreas y temas de aprendizaje se pueden abordar mediante el análisis de la teoría e historia de la música. Igual de importante son los procesos cognitivos que se pueden desarrollar, por ejemplo en la educación inicial mediante la lectura musical, donde el infante ejercita la habilidad de observar, descifrar e interpretar un código escrito, mientras aprende además a contar, habilidad indispensable para la comprensión matemática.
Muchas áreas o temas de la ciencia se pueden desarrollar a partir del análisis matemático y físico de la música, por ejemplo Pitágoras (conocido como el padre de la matemática) basó gran parte de sus aportes en el estudio de los sonidos. Además, cada instrumento musical guarda un sistema y una organología propia que esconde una gran cantidad de conocimiento científico.
Cada obra musical se encuentra moldeada bajo un paradigma social y cultural, por lo que el análisis de las diferentes manifestaciones musicales a lo largo de la historia ofrece datos antropológicos importantes para el estudio de las ciencias sociales.
Enseñar por medio de la creación musical.
Crear música, bien sea componiendo melodías, letras de canciones e incluso instrumentos musicales es muy ventajoso para el desarrollo de cualidades como la creatividad, la habilidad manual, lingüística, improvisación, entre otros.
Por su parte, la luthería (construcción de instrumentos musicales) ofrece una gran gama de conocimientos que van desde la biología, por el estudio de la botánica, hasta la mecánica por el manejo de la maquinaria usada para el procesamiento de la materia prima. La creación de instrumentos musicales formales o informales a partir de materiales reusables, aporta un acercamiento a la naturaleza y al medio ambiente.
Componer, traducir o modificar letras de canciones permite desarrollar buena parte del estudio de la lengua, la escritura, la literatura y demás áreas relacionadas.
La emoción y la sensibilidad como parte fundamental.
Si bien dicen los libros que la música es el arte de expresar emociones por medio de sonidos, los procesos educativos que aborden contenido propio de la música pero que excluyan la parte emocional que esta aporta, no podrían ser considerados como parte de la educación musical. Pues son las emociones la característica principal y la esencia de este arte. Dicho de otra manera, las emociones son el ingrediente fundamental que debe estar siempre presente en cualquiera de los cuatro aspectos antes mencionados.
La educación musical y su ausencia en la enseñanza de la música.
Por más extraño que parezca, no siempre ha estado presente la educación musical dentro de los procesos de enseñanza y aprendizaje de la música, incluso en conservatorios y academias. Muestra de ello es cuando se encierra a un grupo de aprendices en una "jaula de clases" a memorizar símbolos, claves, líneas, espacios, escalas, compases, y demás términos musicales de forma rígida y totalmente alejada de la real sensación de producir y apreciar sonidos. Incluso, muchas academias tienen como norma, condenar a los principiantes a al menos un año de insípido lenguaje y teoría musical para poder contar con la suerte de tener un instrumento en sus manos. Ni tanta suerte pues una vez que se enfrenta a dicho instrumento, las instrucciones que recibe son de tipo "la mano va así", "no se pare así", "repita", "aplique más fuerza", "no tanta fuerza", "derecho". Formando entonces, no intérpretes, sino ejecutantes mecánicos que perfectamente pudieran ser reemplazados por un grupo de robots o máquinas que ofrecerían ejecuciones aún más precisas pero sin emoción alguna.
Otro ejemplo son los tantos métodos y textos dedicados al análisis y al estudio profundo de la música, con contenidos que van desde escalas diatónicas hasta funciones armónicas, en fin un enorme cúmulo de tecnicismo, que es muy importante, pero que no se encuentra ligado al carácter sensible de la música.
Emplear educación musical para la enseñanza de la música es crear la atmósfera adecuada para que el estudiante comprenda y disfrute las diferentes sensaciones que se obtienen de ella. Es enseñar al aprendiz a escuchar y disfrutar el sonido de cada nota que crea con su instrumento. Consiste en mostrar las diferentes experiencias que aportan los diversos acordes de una tonalidad. Se basa en comprender la situación emocional que vivió el autor de determinada obra para así poder percibir las que imprimió en su música. Consiste en hacer el estudio de la música una experiencia tan placentera como lo es apreciarla y disfrutarla.
Grandes pedagogos musicales han hecho valiosos aportes en el mismo sentido, tales como Carl Orff, Shinichi Suzuki, Zoltán Kodály, Jaques Dalcroze, entre otros. Lo cual será desarrollado más detenidamente en futuras entregas, en relación a la interpretación, análisis, creación y apreciación musical como métodos o aspectos de la enseñanza musical.