la Dama del Último Juego.


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La vida esta llena de placeres, pero que ha que saber disfrutar y controlar porque el exceso de la misma te puede llevar a circunstancias nunca pensadas. Algo parecido le ocurre a nuestra amiga Fabiola, nacida de padres humildes y trabajadores, esta chica siempre soñó con llegar alto y tener los lujos que sus padres a duras penas le daban, cuando cumplió sus 18 años, esta chica decide ir con unos amigos para una casa de juegos, allí había de todo, maquinas tragas monedas, la ruleta, bingo y hasta apuestas de carreras de caballos, esta chica quedo asombrada del lugar y comenzó con jugar el bingo, un juego conocido para ella. Luego de tres rondas, Fabiola pega el tan anhelado bingo y gana una suma un cuanto tentadora. Ganado el primero, decide ir para las máquinas tragamonedas, este juego es muy sencillo solo metes la moneda y tiras de la palanca, si aciertas las tres figuras ganas, le explica el moso de la casa de juegos, la chica emocionada da su primera tirada, para su sorpresa salen las tres figuras y ganas, ve caer muchas monedas y sus ojos saltaron al ver tanto dinero, con esto y lo del bingo, ya lleva suficiente dinero ganado, decide cambiarlos y no jugar más para no perderlos, bien pensado, ahora con todo lo ganado le dice a sus amigo que se va a su casa.

Al llegar a casa, le cuenta a sus padres lo ocurrido en la casa de juegos, su madre lo tomó bien, pero advierte que debe tener cuidado con ese tipo de juegos porque muchas personas terminan mal, ella solo le dice que se quede tranquila que ella controlaría su impulso y que no pasaría nada, su padre la felicita y le dice ¿Qué harás con el dinero? la chica responde ¡le daré un poco a mi madre para abastecer de comida y el resto lo usaré para comprarme ropa y calzados! Bien pensado hija, responde su padre. Así lo hace, Fabiola le da el dinero a su madre para comprar alimentos y ella se va de compras al centro comercial, allí decide que va a cambiar de estilo y comprará ropa sensual y bonita, uno a uno se mide cada vestido que ve en las tiendas, complacida de sus compras, dice que guardará algo para regresar a los juegos nuevamente y se dirige a su casa, se cambia y pone uno de los vestidos comprados, su madre le dice ¿Para donde vas tan arreglada? ella responde ¡Me invitaron a una fiesta aquí cerca! No llegues tan tarde y ten cuidado, dice la madre.

Fabiola sale contenta, al llegar a la sala de juegos, repite la asaña anterior, primero va al bingo y luego de cinco rondas sin ganar, decide parar e irse a las máquinas tragamonedas, a la tercera ronda gana y se pone feliz, aquí decide nuevamente parar, pero esta vez no se irá sino que pasara a jugar por primera vez la ruleta, un juego nuevo para ella, el moso le explica en que consiste el juego, ella entiende y comienza la apuesta, en eso un hombre un tanto mayor a ella la observa con admiración, Fabiola pendiente de su juego no se da cuenta, esta primera ronda la pierde y apuesta para la segunda, en eso ella levanta su mirada y se topa con el hombre que insistentemente la esta mirando, la chica se intimida y vuelve a prestar atención al juego, en eso sale ganadora y con la felicidad que le provoca, salta y se le caen un par de monedas, a lo que va a recogerlas el hombre aprovecha y la ayuda, ya con todo en sus manos, este misterioso hombre le dice ¿me llamo Fabian y tu! Fabiola, he visto que has ganado varias veces, tienes mucha suerte, ¡Si un par de veces, pero suerte de principiante! debo irme, espera sentémonos a conversar un rato, no te haré nada, la chica accede con la condición de ser por corto tiempo.

Sentados en una mesa, Fabian comienza a contarle que es un hombre de negocios y que trabaja con su padre, Fabiola se comienza a interesar por la platica y después de u rato comienza a verlo como su posible salida al mundo de las oportunidades, intercambian números de teléfonos y Fabiola se marcha. Al llegar a casa le comenta a su madre de como le fue y le entrega parte del dinero ganado para las comparas de la casa, su madre da las gracias, pero le replica que debe tener cuidado con estar jugando, ella solo le dice que hará caso, pero que controla su nueva manía. Así día a día, Fabian le escribe o llama a Fabiola y comienza a surgir entre ellos algo más que una amistad, se ven a escondidas de los padres de Fabiola, unas veces en un centro comercial y otras en la casa de juegos, la chica cada vez sigue ganando dinero, aporta para su casa y compra la ropa cada vez más bonita y así poco a poco va cambiando su imagen, su madre notó ese proceso algo extraño y así la vive aconsejando, hasta llegar a punto de que Fabiola le dice que la deje tranquila que ella sabe lo que hace.

Un buen día Fabian le pide que se vaya a vivir con él, ya con más de seis meses viéndose, era lo mejor para ella, él le daría todo. Fabiola lo pensó y se dice a sí misma, Fabian un hombre de 30 años, prácticamente dueño de los negocios de su padre, me complace en mis gustos, esta es mi oportunidad de salir de aquí, así que decide contarle a su madre que ha conocido a un chico mayor que ella y que han estado saliendo por meses y ahora esta chico le ha propuesto que se vaya a vivir con él, su madre se pone triste y le dice que primero tiene que llevarlo a casa, Fabiola accede y en un tris Fabian llega a la casa, la madre de la chica queda asombrada del buen porte de este hombre y comienzan a conversar, luego de una larga plática y de advertencias de parte de la madre, esta accede a que su hija se vaya, Fabiola feliz arma sus maletas y pronto se iría de su casa.

Ya en su nuevo mundo, Fabiola se siente importante y Fabian le da todo sus gustos y la trata como merece, solo que ella no deja de jugar, con su apariencia cambiada, cada vez con vestidos que la hacen ver sensual y como toda una mujer, es carnada fácil para hombres que van a la casa de juego y la miran con deseo, a Fabian no le gusta que vaya tanto a ese sitio y en varias oportunidades le comenta que ya deje de ir, que en su casa no le falta nada y que para eso esta él, ella lo piensa y le dice ¡tienes razón, déjame ir una vez más y sera el fin de mis juegos! esta bien, pero ten cuidado, yo no te acompaño porque tengo que reunirme con mi padre!

Pues así fue, Fabiola se arregla lo más hermosa que puede y se dirige a la casa de juegos, comienza su rutina del bingo, el tragamonedas y la ruleta, como siempre la suerte la acompaña en el juego, no obstante por ahí la ronda una mirada que desde hace algún tiempo la acecha y ella sin darse cuenta, con su ultima visita al juego y cerrando con broche de oro, decide marcharse, en el trayecto a su apartamento donde Fabian la espera, los ojos que tanto la miraban se hacen presente y en un instante Fabiola siente algo frió en su espalda y una voz que le dice hoy es tu último día de juego y de vida, ambicionaste mucho y ahora te quedas sin nada, nunca me miraste ni me diste las gracias cuando yo fui quien te explico como era cada juego, el hombre le quita su bolso donde lleva lo ganado y se va. Ya en el piso, con sus pocas fuerzas pide auxilio y su último pensamiento fue el moso de la casa de juegos me ha robado y me quita la vida por no prestarle atención ni agradecer, pero es tarde un paro de su corazón acaba con la vida de Fabiola y Fabian se queda solo en casa esperando a que llegue la Dama del último juego.

Historia creada por La Pantera Rosa.
Este relato proviene del juego creado por @sashas, en la cual con 5 palabras:

Separación, alegría, muerte, sensualidad y juego

Podrás crear una historia. Si deseas seguir el juego, te invito a tomar estas palabras y hacer tu propia historia.

SI A LA PANTERA ROSA DESEAS VISITAR, CON UN GRACIAS TE VOY A SALUDAR

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