Si la vida te rebota vuélvela a rebotar, no te quedes aislado en la misma jugada que no te ha servido para encestar, recuerda que a veces cambiar de jugador es la clave para ganar el juego, y como en este juego eres tú el único jugador, pues cámbiate a ti mismo, no dejes que el reloj de este cuarto de tu vida te prenda la luz roja del tiempo fuera.

Existe un segundo periodo, donde debes sentarte a meditar cómo comenzaste, que hiciste mal al principio y cómo fue que acertaste esos triples que has sido tus mayores éxitos. No olvides que la práctica te ha traído hasta aquí y siempre hay segundas opciones para enmendar ese tiro donde pisaste la raya y perdiste oportunidades.

   Este entretiempo es muy valioso, debes coger la tabla y dibujar tus próximas jugadas, si deseas estudiar al equipo contrario, toma un espejo y mírate a ti mismo. Y ahí estás! viéndote lleno de dudas y resabios por no haber portado esa otra camiseta, pero sigues estando aquí, jugando todavía, puedes aportar mucho al juego aun; tus músculos funcionan, tu sangre circula y el sudor que gotea por tus mejillas son tus experiencias, sécalas para que nazcan otras nuevas cuando te sigas moviendo.

   Ya estás a punto de comenzar de nuevo, el marcador no está a tu favor pero ya conoces las tácticas para ganar, la diferencia no es muy grande, pero vas a jugar como si estuvieses perdiendo por más puntos y te esforzaras al máximo para que tu equipo se recupere de las caídas, sin mirar atrás. La nueva estrategia tiene que funcionar.

   A sonado el silbato, piensas en tu público el cual te ha apoyado en todo momento, son tus seres queridos que necesitan de ti y confían en tu talento, no los decepciones, pero concentrarte en ti y en tu juego, eres el manager en este campeonato.

Ya pisaste el tabloncillo, ves jugadores nuevos ¿verdad? Situaciones nunca vistas esperan por ti, tendrás que improvisar en el salto cuando veas que el adversario se levanta al mismo tiempo que tu he intente bloquearte, ese eres tú mismo, con tus miedos, apártela la mano y sácale una falta para que salga del juego poco a poco.

Vuelves a fallar el primer lanzamiento, pero la bola coqueteo con el aro y es un síntoma de que estas tomando de nuevo el tiro, ¡se siente bien jugar así! Cuando sabes que en cada ir y venir de cancha a cancha será una nueva oportunidad para encestar y la confianza aumenta con cada rebote.

   Ahí se viene, hay un espacio abierto en el medio de la pintura y tienes que penetrar, muchos vendrán por ti; el ego te marca, la envidia te mira de reojo, el miedo está allí en el medio esperándote pero tú debes conseguir los dos puntos, no lo pienses dos veces, conquistar esta canasta es lo que hará cambiar el marcador, porque si le pasas la bola al otro, fracasaras en tus sueños de ser el ganador de este juego, el juego de tu vida.