Una historia que se abre paso en un frío pueblo de New York, situado en el condado de Onondaga. Tully se cubre de nieve en tiempos de las esperadas navidades, una incesante nevada que alcanza hasta los recién llegados. Porque los mejores sucesos pueden ser ocultos tras los helados bosques, e incluso, bajo la nieve ¿Qué tan difícil puede ser ocultar un cadáver más allí?
Emma y su familia se mudan a este pequeño pueblo en busca de nuevos aires, o algo así había dicho su padre, pero ¿Qué sucede cuando hechos extraños comienzan a ocurrirle? Y es que es cierto eso que decía su abuela que, inevitablemente...
Nuevas personas, nuevas experiencias ¡Ni se nos ocurra olvidar algo! Los sucesos que atormentarán a la pobre Emma, porque repito, allí nada es lo que parece y todos, sin excepción de alguno, guardan un secreto inquietante...
Emma conocerá el terrible sentimiento del miedo y, en algunos casos, la soledad. La duda carcomerá cada trozo de su cuerpo mientras intenta dar con el causante. Y es que ¿Quién no se asustaría? Cada día los sucesos son más frecuentes y las personas más sospechosas.
El amor también juega un rol protagónico que resultará atrayente y peligroso, sentimientos que van por el aire como filosas dagas buscando a quien atacar. Porque, claro está, que dicho sentimiento puede dañarnos tanto, inclusive, tan peligroso como el asesino deambulante que se pasea sonriendo ante Emma.
Porque algo si te aseguro, querido lector. Está historia, llena de suspenso, te enamorará tanto que una vez que desgustes las primeras líneas no podrás parar, querrás descubrir tantas cosas, quizás ¿Porqué mudarse de Maywood a Tully? ¿Porqué tantas notas anónimas que llenan de temor y curiosidad a Emma? ¿Porqué tanto misterio en un pueblo tan pequeño? Tantos porqués sin respuestas que te vas a preguntar.