Con voluminoso expediente contentivo de 152 folios topamos en el Archivo del Registro Principal del Distrito Federal. En él riela un litigio de tierras que va desde 1724 hasta 1726 incoado por el Regidor perpétuo de la ciudad de Caracas, don Sebastián Basiliano de Ponte (de la oligarquía canaria asentada en dicha ciudad), propietario de la hacienda trapiche "San José" de Tocorón sita al Este de "El Tacarigua" o Lago de Valencia, Valle de Aragua, contra don Juan de Bolívar, quien había usurpado tierras intramontanas del Valle de Guacamaya, al Sur de dicho lago, constante en los títulos de propiedad de la referida hacienda.
En torno a estos pleitos, nos dice Castillo Lara, gravitaban diversas causas:
(...) la diversidad de títulos, a veces concurrentes, otorgados sobre una misma región sin fijarse límites. La tradición de la propiedad [...] sobre todo en las comunidades hereditarias, cuando no se conocía el paradero de todos los comuneros y algunos vendían sus derechos sin saberlo los otros [...] el desconocimiento de títulos, por deterioro o extravío [...] todo ello[...] consecuencia de un sistema registral deficiente.[1]
Nada hay en el expediente pasado por vista capaz de sugerir que la apropiación de hecho en la que incurriera don Juan de Bolívar fuese ocasionada por las relacionadas causas.
Se había metido, es lo cierto, en el supradicho Valle de Guacamaya, tierras altas de la hacienda "San José" de Tocorón, abierto camino y puesto en él casa y corral de caballos y lleguas hacia finales de la primera década del siglo XVIII, conforme consta en información hecha a su pedimento en 1714.
La dicha información con presentación de testigos tuvo por propósito la composición de las tierras obtenidas por ocupación de hecho, figura jurídica que junto con las reales confirmaciones legalizaron el derecho de propiedad del suelo obtenido por vía de usurpación, dispositivo que de ordinario sirvió para acrecer la superficie de las posesiones propias a expensas de tierras ajenas.
El pedimento de composición de las tierras del Valle de Guacamaya, hecho por Manuel Martín Montenegro -apoderado de Bolívar y Villegas-, fue aprobado y concedido por don Francisco Alonzo Gil, Juez Subdelegado General y Privativo para las composiciones de tierras y concesión de ellas, por auto del 28 de mayo del supradicho año.
Para el acto formal y efectivo de aprehensión posesional de Guacamaya, fue comisionado, el 20 de septiembre, don José Sarmiento con proveimiento de don Gerónimo Plázido Caballero, Teniente Justicia Mayor de los Valles de Aragua y Corregidor de los pueblos de La Victoria, San Mateo y Cagua, con la debida aprobación de la Real Audiencia y Cancillería de Santo Domingo.
En cumplimiento de lo mandado, dio el comisionado posesión a Bolívar y Villegas, con las ritualidades que eran de uso y costumbre, de lo pedido en el Valle de Guacamaya, sitio donde éste:
(...) corto una Ramas y en altas vozes dijo que si avia perzona que contra dijera saliera y no aviendo quien contra diga siendo testigos Don Juan de Volivar Balenuela, Juan Domingo del Rosario y Estevan d quero Vezinos de la Ciudad de Caracas y moradores en este Valle de cura.[2]
El 26 de septiembre de 1724, don Sebastián Basiliano, en legítima demanda de restitución de su posesión, expuso:
(...) ió tengo i, poseo en los Valles de Aragua algunos caices de tierras qe. se concedieron a mis causantes en rremuneración de sus Servicios despachados por Don Diego de Osorio Govor. y Capitan Gl. qe. fue desta Prova. y Juez gl. de tierras , como Consta de los títulos que presento con la solemnidad necesaria.[3]
Del expediente examinado, desgaja que las tierras referidas por el exponente coinciden exactamente con las de pasto y labores y aguas pedidas por el conquistador español Garci González de Silva, a la sazón regidor, para su encomienda emplazada en la Culata de la Laguna enfrente de una quebrada llamada Cagua, hoy día sitio "La Huérfana", valle de Tocorón, jurisdicción de Villa de Cura. El acto de otorgamiento tiene data del 28 de noviembre de 1593.[4] Conozco ese espacio. Lo recorrí varias veces personalmente con documentos en mano.
Consta en los documentos testigo que ocupan nuestra atención, que el paño de tierra en cuestión pasó a manos de don Basiliano, acorde con lo por él demostrado, y según su propio alegato, en virtud del remate que me transfirió de la antiquada Pozesion que en su debido valer tubo Da. Mariana de Guebara.[5]
El 22 de junio de 1726, don Juan de Manzanares, Teniente de Capitán General, Justicia Ordinaria de estos Valles de Aragua, Turmero y sus adjuntos, y Corregidor de sus pueblos, dio posesión Real, actual, corporal de las tierras de Guacamaya a don Pedro Nicolás de Ponte en representación de su padre, don Basiliano de Ponte, por encontrarse éste en la ciudad de Caracas, y en señal de ella se Paseó, y sacó la espada y cortó unas Ramas, con lo cual , se concluyó esta Dilixencia, siendo Presentes por testigos Franco. Josephp Ramírez, Joseph Francisco Fraute, y Juan Ygnacio Fernandez, vezinos y residentes de estos valles.[6]
Quedó así lanzado el Teniente General don Juan de Bolívar Martínez y Villegas, el señor Capitán fundador de la Villa de San Luis de Cura, de aquellas tierras que había usurpado prevalido de su poder, prestigio y apellidos.
REFERENCIAS
[1] CASTILLO LARA, Lucas Guillermo: Materiales para el estudio de la Historia Provincial de Aragua. Caracas, B.A.T.A., Italgráfica S.A., 1995. p. 76.
[2] Registro Principal del Distrito Federal (R.P.D.F.) Secc. Tierras. Año 1726. Letra P. Exp. 1. fo. 102 y Vto.
[3] Exp. Cit. fo. 9.
[4] Exp. Cit. fs. 38 Vto.-39.
[5] Exp. Cit. fs. 119-120.
[6] Exp. Cit. fo. 152.