al tiempo, a destiempo…
Sosegando una llama que al ritmo de péndulo,
oscila, oscila su metálico sonido.
embebiéndose en la mía?
¿Cuánto de ternura urdía en sus manos de alfarero,
secando como algodón, la extraña sudoración
en mi cara sonrojada?
la flama, el tiempo…
Van salpicando en la noche, umbelas que solo
flotan coronando de fragancias mi silencio
entre cenizas…
llégate hasta aquel riachuelo y cuéntame que murmuran
las aguas, la piedra ,el musgo…
tan negra como la noche y un roció va lavando,
descubriendo el sonrojo en la mejilla
del que dejo su mirada coloreándose en la mía.
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