Cabe destacar, que esta propuesta de metacognición nace de lo observado en los estudiantes de ciencias a nivel universitario, pues es común observar que cuando inician sus carreras, suelen presentar inconvenientes en asignaturas claves para su formación académica, como cálculo, química y física. Es por eso, que a través de una serie de post, estaré presentando una propuesta educativa para propiciar el razonamiento lógico de los estudiantes de ingeniería, utilizando como principal herramienta pedagógica la metacognición.
Metacognición: aplicación consciente, reflexiva y autoreguladora de procesos del pensamiento, que permiten transformar una información obtenida para la adquisición de un conocimiento nuevo. (Escalona y otros, 2012)
Imagen elaborada por la autora con apoyo en power point. Fotos capturadas con mi dispositivo móvil Huawei.
Poseo más de diez años de experiencia, laborando como docente de estudiantes de ingeniería agroindustrial; durante ese tiempo, diseñé una unidad curricular basada en las ideas de Sánchez (1997), la cual está orientada para el desarrollo de los procesos cognitivos y metacognitivos; la propuesta incluye una gran cantidad de material didáctico enfocado al área de desempeño de la agroindustria. Es por eso, que he concentrado mi atención en explicar la manera como se aplican y ejercitan los procesos básicos del pensamiento, en el área particular de la ingeniería agroindustrial.
La capacidad para identificar variables es clave en los problemas de lógica, y basada en mi experiencia profesional, puedo afirmar que resulta increíble la dificultad que llegan a evidenciar los estudiantes de semestre inferiores, para alcanzar esta competencia. Por tanto, he diseñado una serie de material didáctico, con el objeto de que los estudiantes adquieran esta competencia en el contexto de la ingeniería agroindustrial. A continuación se presenta un ejercicio dirigido a ejercitar el proceso de identificación de variables, en el ámbito de la ingeniería agroindustrial.
Imagen elaborada por la autora con apoyo en power point.
El anterior ejercicio es ideal para desarrollar la metacognición del estudiante, al utilizar la lógica para identificar la variable de comparación.
La comparación es un proceso que a diario aplicamos, pero puede resultar compleja en contextos académicos y profesionales. Para que una comparación sea sistemática y no pierda detalle, las variables que permitan la identificación de semejanzas y diferencias deben estar clarificadas, lo que proporcionará además un orden a la operación cognitiva. Un ejemplo de ejercicio de comparación en el proceso productivo de la ingeniería agroindustrial, es el siguiente:
Imagen elaborada por la autora con apoyo en power point.
Asimismo, un ingeniero agroindustrial debe aplicar el proceso comparativo cada vez que deba inspeccionar los productos terminados, pues esta operación le permitirá determinar la si los lotes de su producción mantienen el estándar de calidad. De la misma manera, en los procesos de degustación, la comparación sistemática garantizará distinguir los mejores de los peores productos terminados, así como la calidad de la materia prima.
La relación es un tipo de comparación, pero en este proceso se debe establece un nexo que vincule dos objetos o situaciones, en función de una misma variable. Por ejemplo, supongamos que tenemos dos líneas de producción en una fábrica de embutidos, y queremos establecer las relaciones en cuanto a la capacidad de producción de cada una.
- La línea A produce 75 kilos de jamón por hora.
- La línea B produce 75 kilos de jamón cada media hora.
Hay varias maneras de establecer las relaciones entre ambas líneas de producción, aquí les presento dos ejemplos:
- La línea A tiene la mitad de la capacidad de producción de la primera.
- La línea B tiene el doble de la capacidad de producción que la primera.
Parece un ejemplo sencillo pero los estudiantes suelen confundirse por no leer bien los planteamientos. Si no detectan que en la línea A la producción está expresada por hora y en la segunda en la mitad del tiempo (1/2 hora), errarán en el ejercicio.
Esto les ayuda a agudizar su observación y concentración. Es importante aclarar que los ejercicios que aquí se exponen deben aplicarse en principio a través de la evaluación formativa, en ningún momento se promueve la evaluación sumativa que intencionalmente persiga desfavorecer al estudiante con datos enmascarados en los planteamientos expresados (lo coloquialmente denominado “concha de mango”).
A continuación un ejemplo de ejercicio de relación más detallado:
Imagen elaborada por la autora con apoyo en power point.
La idea es aumentar la complejidad del proceso de relación progresivamente, hasta que al estudiante se le haga fácil llevar a cabo el procedimiento, y de esta manera se pueda avanzar hacia el siguiente proceso cognitivo.
Para clasificar son necesarios los procesos de comparación y relación, de ahí a que esta operaciones lleguen a confundirse. En otras palabras, los estudiantes con frecuencia confunden clasificar con comparar, porque ambas operaciones del pensamiento suelen aplicarse manera simultánea. Sin embargo, deben tener clara la diferencia entre ambos procesos, y esto solo se logra a través de la ejercitación cognitiva metódica e intencional, es decir, metacognitiva.
En palabras claras, comparar significa establecer semejanzas y diferencias y clasificar es agrupar, es decir, subdividir un determinado conjunto de objetos a partir de sus características comunes. Para que la clasificación sea sistemática, es necesario tener claros dos conceptos: grupo y variable. Para explicar la operación de clasificación, comencemos con un ejercicio sencillo.
Les presento un grupo de productos agroindustriales:
- 1 botella de un litro de leche líquida.
- 1 paquete de ½ kilo de café.
- 1 res completa para carnicería.
- 1 caja de 12 colores.
- 1 cama de madera.
- 1 botella de 2 litro de jugo.
Si elegimos la variable tamaño, la clasificación estaría compuesta de la siguiente manera.
Imagen elaborada por la autora con apoyo en power point.
Pero el mismo conjunto de objetos se puede clasificar de manera distinta utilizando otra variable, por ejemplo, el estado de la materia:
Imagen elaborada por la autora con apoyo en power point.
Y todavía se pueden obtener muchas clasificaciones más de este pequeño grupo de productos. Es importante que los estudiantes tengan clara la distinción entre clasificación, variable y grupo, pues en mi experiencia académica, he notado que cuando les solicito dos clasificaciones especificando la variable en cada una, los jóvenes llevan a cabo el ejercicio incompleto, puesto que consideran que al hacer la división en dos grupos ya realizaron las dos clasificaciones.
A continuación les presento otro ejercicio de clasificación aumentando el nivel de complejidad.
Imagen elaborada por la autora con apoyo en power point.
Si quieres saber las respuestas de los ejercicios presentados, haz click para ver el video.
Video de la autora. Créditos en el cierre.
Firma de la autora. Foto capturada con mi dispositivo Huawei.
Referencias
Escalona, I. y otros. (2012). Adaptación del programa de Lengua Española de la Universidad Pedagógica (UPEL) al curso de Lenguaje y Comunicación de la Universidad Lisandro Alvarado (UCLA). Disponible en: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?pid=S0798-97092012000100001&script=sci_abstract&tlng=pt
Sánchez, M. (1997). Desarrollo de habilidades del pensamiento. México: Editorial Trillas.