A continuación se presentan las propuestas del autor para acercarse a una visión compleja, holística y ética de la investigación en las ciencias:
- Simplificar los trámites burocráticos que coartan la creatividad en la investigación científica.
- Hace un llamado a los científicos a aprender sobre sí mismos, lo que implica dar cabida a la integración de las ciencias puras con las ciencias humanas, como la psicología y la sociología.
- En función de la integración de las ciencias referida en al punto anterior, se propone que los avances científicos promulguen la transformación del pensamiento que trascienda los límites establecidos por el método científico y la burocracia, para otorgar prioridad a la verdadera finalidad que debería tener la ciencia: el progreso de la convivencia humana.
La ciencia trabaja para crear la técnica que facilite la vida del ser humano, y esa ciencia genera una industria para reproducir tal técnica. Pero esa industria necesita crecer y evolucionar con el objeto de sobrevivir en el mercado y atender toda la demanda, por lo que requiere de la ciencia para que le asista en la tarea de crecer más y más.
Este ciclo continuo es el principal causante de la ausencia de una ética de la ciencia, que oriente a la técnica hacia una ecuánime y confortable vida en sociedad. En esta recursividad, se pierde la crítica, la reflexión y la estrategia; la técnica está al servicio de la industria pero a su vez toma el mando que debería poseer una mente humanamente compleja, única con la capacidad de evaluar los efectos de cada innovación tecnológica. El llamado es a derribar ese ciclo mecanicista cerrado a la crítica reflexiva, ese derrumbe puede alcanzarse si los científicos se permiten la apertura mental hacia el paradigma de la complejidad.
Solemos creer que la complejidad está en el desarrollo científico, y la simplicidad en nuestro día a día, pero la verdad es que siendo las ciencias naturales predecibles, objetivas y cuantificables, son menos complejas que nuestra caótica vida privada y en sociedad. Así pues, si en nuestra cotidianidad sorteamos diariamente un sinfín de elementos que alteran nuestros planes y nos retan a tomar decisiones que pueden cambiar el curso de nuestras vidas, aplicar la complejidad al desarrollo científico no es una tarea de temer.
El método científico se ocupó durante muchos años de idear un sistema para garantizar la objetividad de sus hallazgos. Por el contrario, la literatura, a través de la lírica y narrativa, construyó personajes, momentos y lugares cargados de subjetividad y emocionalidad. El primero proporcionó avances tecnológicos, y el segundo construyó a historia, otorgó experiencias y entretuvo a generaciones en momentos de caos y desorden.
El paradigma de la complejidad nos invita a idear estrategias que nos permitan desarrollar todo el potencial del ser humano, cuya biología y racionalidad yacen en la superficie de un iceberg cultural, espiritual e ideológico de inexplicable complejidad. El cambio paradigmático promulga un trascender de fronteras de saberes y aborda el conocimiento más allá de una especialidad. Propicia la fluidez entre opuestos y la estrategia más allá de linealidad y predicciones; en otras palabras, promueve una ciencia con consciencia.
El nuevo nacimiento de la ciencia que Edgar Morin propone en su obra Introducción al Pensamiento Complejo, está repleta de libertad, se ha despojado de pasos rigurosos y persigue la estrategia y flexibilidad. El orden se complementa del desorden y de esta manera caminan en el Universo del caos donde la Tierra y el hombre nacieron y evolucionaron gracias y a pesar de
En la misma obra, el autor manifiesta una profunda esperanza de que la humanidad evolucionará de forma abrumadora, puesto asegura que ésta ha nacido varias veces y está a punto de nacer de nuevo.
Para Morin, nos encontramos en la era de la prehistoria de la humanidad, puesto que a pesar de la interconexión permanente que hoy existe entre las culturas del mundo, sobreviven la barbarie, la violencia y la falta de entendimiento.
Pre-historia del espíritu humano quiere decir que en el plano del pensamiento consciente, no estamos más que al comienzo. Estamos aún sometidos a modos mutilantes y disyuntores del pensamiento y es aún muy difícil pensar de manera compleja (Morin, 2005, p. 163).
Video introductorio del conversatorio virtual. Elaborado por las doctoras @alexaivytorres e @ivymalifred (créditos al final del video).
Observaciones:
La imagen de portada fue proporcionada a la comunidad #stem-espanol como propuesta para el conversatorio. Fue elaborada en trabajo colaborativo por @alexaivytorres e @ivymalifred. Las imágenes insertadas son libres de derechos de autor y se obtuvieron de Pixabay
El resto de las imágenes fueron elaboradas por mi persona @ivymalifred, con apoyo en Power Point y con fotografías capturadas con mi móvil Huawei.
Referencias
Morin, E. (S.F.) Ciencia con Consciencia. Disponible en: www.edgarmorin.org
Morin, E. (2005). Introducción al Pensamiento Complejo.España: Gedisa.