Sin duda, lo que más me gustó del museo fue pasear por los escenarios a tamaño real que hay dentro. El nivel de detalle es increíble y realmente se te ponen los pelos de punta...
Este holograma también me llamó mucho la atención
Algunas fotos más, armas y uniformes:
El museo estaba lleno de carteles de propaganda...
Y por supuesto un regalito para un ser querido freak de la segunda guerra mundial :-)