Los gatos son sujetos difíciles de fotografiar. Muchas veces las fotos no revelan nada más que un borrón. Un retrato puede dar lugar a la tristemente célebre frase de “ojos de rojos ” y cuando tienes la cámara, la mitad del tiempo se la pasan simplemente negándose a ver incluso en tu dirección. Tú puedes tomarle buenas fotos a tu gato con un poco de planificación y paciencia.