"Llegar a tiempo a las citas y reuniones es una fase de autodisciplina y evidencia de respeto a si mismo. La puntualidad es un cumplido que la persona cortés paga a sus asociados"
Marvin J. Ashton
Una de las virtudes donde mas se demuestra un alto grado de progreso espiritual, es la puntualidad y es uno de los hábitos de las personas exitosas. La puntualidad es sinónimo de responsabilidad, de orden, de respeto, de consideraciòn y de justicia. Sin embargo la puntualidad varìa de acuerdo con las culturas o costumbres de cada paìs, por ejemplo en Venezuela se considera como “normal” llegar con media hora o una hora de retraso a un compromiso, mientras que en otras culturas como en Japòn llegar con media hora o una hora de retraso a un compromiso, se considera como un insulto o falta de respeto.
Cuando sentimos una preocupaciòn natural en nuestro interior por llegar a tiempo a una cita, al trabajo o a cualquier evento que se tenga programado en nuestra agenda diaria, es una demostraciòn inequívoca del respeto que sentimos por quienes nos comprometimos a realizar cualquier tipo de actividad.
Muchas veces observamos a personas que muy poco les importa si llegan tarde a un compromiso o peor aún, no acuden porque a ùltima hora decidieron no asistir; esta actitud refleja el tipo de persona que se trata.
Otro aspecto muy importante en el cumplimiento de este deber, es el pago de deudas adquiridas, porque cuando contraemos el compromiso de pagar correcta y puntualmente una deuda, debemos honrar ese compromiso con la mayor responsabilidad y consideraciòn posible, respetando el acuerdo que se hizo con anterioridad. A muchas personas no les importa quedar mal en el pago o no pagar en el lapso de tiempo acordado, perdiendo credibilidad y confianza; ya que que esto ademàs de ser una irresponsabilidad es un defecto o vicio muy difícil de corregir.
Al irresponsable nadie le confía un compromiso y este defecto personal al ser muy evidente es difundido entre todas las personas de su entorno familiar o laboral, llegando incluso a ser anulado en todos los compromisos por su mala reputación. En cambio quienes son puntuales en sus compromisos de pago gozan de una confianza admirable; esto es debido a que la puntualidad genera confianza, respeto y admiraciòn.
Para saber en què grupo nos encontramos nosotros, evaluemos nuestro comportamiento, por ejemplo cuando sentimos que vamos a llegar tarde a un compromiso, ¿què hacemos?¿ no nos importa si llegamos tarde o nos preocupamos y hacemos lo posible por llegar a tiempo?. Otro ejemplo es cuando debemos una cantidad de dinero y al llegar el plazo acordado no tenemos para pagar a tiempo, ¿què hacemos?, ¿somos indiferentes y nos preparamos para dar cualquier excusa o nos preocupamos por no poder cumplir con nuestro compromiso?
Estos ejemplos nos determinan el grado de puntualidad que tenemos como personas, de responsabilidad, de respeto y de consideraciòn por los demàs y del grado de progreso espiritual que poseemos.
La puntualidad es un ejemplo que debemos darle a nuestros hijos, si queremos tener unos hijos responsables, respetuosos y que sean admirados y respetados por los demàs y asì contribuir para tener una mejor sociedad fomentado, la cultura de la puntualidad.