Hoy es primero de Noviembre, día de todos los Santos, en nuestra tradición cristiana; hoy se recuerda a todos los que, ya muertos, gozan de la presencia de Dios ;mañana, día 2, se celebra el día de los difuntos y la costumbre era visitar los cementerios y rezar por aquellos que aún estaban purgando sus pecados y no han podido todavía gozar de la presencia divina. Pero hoy día se ha olvidado esta diferencia y, al ser festivo el día 1 de Noviembre, es en esta fecha cuando se llevan flores y se limpian y arreglan las sepulturas; hace años, cuando yo era niña en Astorga, existía la costumbre de rezar una oración, una jaculatoria, en la Iglesia para "sacar un alma del purgatorio" y si se quería sacar otra, había que salir de la Iglesia y volver a entrar para rezar de nuevo la oración. así nos tenían entretenidos a los niños; hoy les entretienen disfrazándolos de demonios y calaveras, siguiendo la tradición anglosajona.
Esta introducción viene a cuento de que siempre el uno de Noviembre, en el cementerio hacía mucho frío, era casi invierno; comprábamos las castañas calientes para calentarnos las manos, estrenábamos abrigo, guantes, gorros...
Este año, en cambio, el verano no quiere irse; no sólo por estas tierras andaluzas donde ahora vivo; he viajado a Madrid, a Bremen, durante e mes de Septiembre, y Octubre, persiguiendo los colores del otoño y estas fotos son lo único parecido al otoño que he podido encontrar
este es el parque del Retiro de Madrid: fijaos en el azul intenso del cielo: poco otoñal parece, aunque los árboles empiecen a teñirse de dorado.
En Bremen, en el Parque de los Rododendros, ya se empieza a alfombrar el suelo
Quedan restos de flores que en la primavera cubrían de colores todos los rincones de ese parque que recibe el nombre de ellas .
y otras de suaves tonos que despiertan ya la melancolía propia de la nueva estación
Este estado de ánimo que suele estar ligado al otoño viene unido también con otro, que en el terreno agrícola está relacionado conla siembra : en Septiembre se han recogido las uvas; ahora hay que preparar el campo para nuevos frutos. pues en el campo intelectual, también necesitamos renovar conocimientos: todos nos recogemos para estudiar, el curso empieza, se agradece el calor en las casas, los días son cortos, algo cambia en nosotros; a través de la ventana vemos cómo el viento arrastra las nubes y nosotros nos perdemos en nuestro libro favorito...
Fray Luis de león, en el SXVI expresó este sentimiento mejor que nadie en una de sus odas: la dirigida a su amigo, el humanista y estudioso Juan de Grial:
Recoge ya en el seno
el campo su hermosura, el cielo aoja
con luz triste el ameno
verdor, y hoja a hoja
las cimas de los árboles despoja.
Ya Febo inclina el paso
al resplandor egeo; ya del día
las horas corta escaso;
ya Éolo al mediodía,
soplando espesas nubes nos envía;
ya el ave vengadora
del Íbico navega los nublados
y con voz ronca llora,
y, el yugo al cuello atados,
los bueyes van rompiendo los sembrados.
El tiempo nos convida
a los estudios nobles, y la fama,
Grial, a la subida
del sacro monte llama,
do no podrá subir la postrer llama;
alarga el bien guiado
paso y la cuesta vence y solo gana
la cumbre del collado
y, do más pura mana
la fuente, satisfaz tu ardiente gana;
no cures si el perdido
error admira el oro y va sediento
en pos de un bien fingido,
que no ansí vuela el viento,
cuanto es fugaz y vano aquel contento;
escribe lo que Febo
te dicta favorable, que lo antiguo
iguala y pasa el nuevo
estilo; y, caro amigo,
no esperes que podré atener contigo,
que yo, de un torbellino
traidor acometido y derrocado
del medio del camino
al hondo, el plectro amado
y del vuelo las alas he quebrado.
Fray Luis, que está en la cárcel en este momento, como veis en la última estrofa, por asuntos relacionados con denuncias y envidias, no puede ahora acompañar a su amigo en esa búsqueda de la sabiduría que le dará la gloria auténtica; y le pide que satisfaga esa sed que él siempre ha tenido.Pero, y ese es el tema de este artículo, es el otoño, cuando el campo pierde su verdor, cuando el dios del viento, Eolo, trae soplando las nubes y cuando las grullas y los bueyes marcan el comienzo de la nueva estación, el tiempo"que nos convida" a esas nobles tareas.
Espero que este artículo os invite también a vosotros a disfrutar del Otoño.