Vida vs. Extinción

Bien sabemos que la vida en la tierra nació hace mucho tiempo, aproximadamente unos 4000 millones de años según estudios. Existen dos grandes teorías que explican como surgió o cual fue su origen, una de ellas defiende que la vida pudo proceder del espacio, mientras que la otra defiende que tiene origen terrestre. Sea cual sea el caso, los mecanismos desarrollados por la vida para surgir y sobrevivir en un medio tan hostil son sin duda impresionantes, y más aún, la gran cantidad de años que tuvieron que pasar para que esta evolucionara y desarrollara complejos organismos que habitaban, y habitan, la Tierra.

Nosotros, los seres humanos, somos uno de los organismos más complejos existentes; por no decir el más complejo. Tenemos increíbles capacidades como el pensamiento y la inteligencia, que nos han permitido desarrollar y ser lo que somos actualmente. Somos conscientes de muchas situaciones y podemos reflexionar sobre ellas. Tenemos un concepto básico sobre la vida, crecemos, nos desarrollamos, nos producimos y morimos, sin mucho más. De igual manera, pensamos que la vida de alguna u otra forma, pareciera infinita, pero la verdad es que la destrucción parcial o total de la vida es increíblemente probable.

Como mencioné anteriormente, parece que no somos muy conscientes de todos los peligros que pueden poner en jaque mate la existencia de la vida en la tierra. Estamos al tanto que claramente existen fenómenos naturales que pueden ocasionar grandes desastres, como por ejemplo, los terremotos, tsunamis, huracanes, etc. Pero en cierta parte, sabemos que podemos prepararnos ante dichas situaciones de alguna manera para disminuir las perdidas, y que la vida en si continuara. Pero ahora, imaginemos el gran peligro que suponen amenazas extraterrestres, como el impacto de un gran asteroide, o un brote de rayos gamma; un desastre totalmente devastador que podría exterminar millones de especies vivas.

Es realmente inquietante tan solo el hecho de pensar en cualquiera de esas amenazas atentando contra el tan delicado equilibrio de la vida, sobre todo porque no tenemos ni el más mínimo chance para defendernos, ni siquiera prepararnos ante tal catastrófico evento; al menos no por ahora. Simplemente solo nos quedaría esperar lo mejor en un apocalipsis. Recordemos que la mayoría de las extinciones masivas producidas en la tierra se debieron a causas extraterrestres.