¡Buenas a toda la comunidad!
Cuando apreciamos cualquier obra de poesía, de manera casi automática, surge una especie de indescriptible sentimiento en lo más profundo de nuestro ser. Pareciera que se crea una conexión directa entre nuestro espíritu y la inigualable esencia que expresa una obra poética. Nuestra conciencia y nuestras emociones forman un extenso camino que va avivando una de las virtudes más importantes que tiene el hombre, y es la virtud de ser humanos, la virtud de pensar, reflexionar, ser libres, ser diferentes... Nuestra humanidad. Es increíble la forma en como la voz de la poesía puede retumbar en nuestro espíritu.
Solemos pensar que el proceso de lectura nos funciona para obtener alguna información sobre algún determinado tema o para simple ocio, y efectivamente funciona de esa manera en aquello mundano. Pero cuando hablamos de la poesía, el caso es totalmente distinto. La poesía trasciende más allá de la lectura y se posiciona en un plano que supera la existencia, en donde se puede expresar nuestro espíritu, nuestra esencia más humana, para ser comprendida. Cuando estamos escribiendo o leyendo poesía, creamos un vínculo comprensivo con nosotros mismos, donde nuestro ser se manifiesta.
Existen muchas cosas que distinguen al hombre, pero sin dudarlo, me atrevo a decir que la poesía es realmente aquello que determina la esencia del mismo. Mediante la escritura o lectura de poesía, podemos despertar emociones ocultas, podemos expandir más allá nuestras ideologías, y como si no fuera suficiente, se puede avivar la humanidad en la intensa forja del espíritu; que para mí es lo más importante. Cuando hablamos en el nombre de la poesía, no lo hacemos realmente con la voluntad superficial... Es nuestro espíritu y esencia más pura. Cuando habla la poesía, habla el hombre.
En síntesis, el intenso poder e influencia que puede llegar a tener la magia de esta composición literaria, es sin duda, impresionante. Las diferentes formas en que podemos encontrar escrito un poema, un verso o una prosa, representan la infinidad de sentimientos más profundos que nuestro abstracto espíritu puede expresar. Los extraordinarios enlaces que se pueden crear al apreciar estas obras son extraordinarios, a tal punto que pueden alcanzar la realidad, como en un llanto, una sonrisa, una reflexión, por poner ejemplos. La poesía es para mí, el alimento que estiba nuestra esencia. Y todos somos capaces de expresarla.