El Silencio

En muchas ocasiones, hemos escuchado o recordado la palabra silencio, cuando estamos en una biblioteca, en la presentación de algún proyecto, en una charla, etc. Sabemos que el silencio es la ausencia total de sonido, y que por supuesto, sin el sonido todo pareciera tornarse gris, decolorarse; De alguna manera los sentimientos se van y la vida desaparece. Todo aquello sentimos cuando estamos ante la presencia del silencio, incluso, para algunos llega a ser aterrador, algo totalmente normal. Pero aunque parezca mentira, el silencio es capaz de hacernos revivir emociones, sentimientos, de ver más allá.

El sonido está en absolutamente todo lo que hacemos. Es una parte indispensable en nuestras vidas, y de igual manera, puede despertar increíbles sentimientos. Cuando estamos en la presencia de un mundo que está en constante movimiento, los sonidos, sean armónicos o ruidosos, son los que dan sustento y sentido a las cosas que vemos, es con lo que identificamos y complementamos. pero la verdad es que en algún punto, se torna hostigante y realmente perturba nuestra tranquilidad mental, por más melódico que sea el sonido. Por su parte, el silencio es capaz de traer de vuelta la paz y tranquilidad interior.

En el silencio nacen las verdades, en el silencio nacen los pensamientos más profundos, en el silencio podemos encontrar respuestas y podemos ver aquello que se oculta detrás de todo el sonido. Surge una extraña sensación de reconexión espiritual con nosotros mismos, que nos hace comprender muchas realidades que parecían no estar ahí, como si nuestra conciencia se abriera. Todos nuestros sentidos se conectan entre si y todo fluye de manera armoniosa y con gran prodigio. Podemos ver todo con mucha más claridad, mientras apreciamos como surge la verdadera vida en el interior de las cosas a medida que recobramos la paz. El tiempo se expande.

El silencio ocasionalmente puede ser la mejor cura a muchas situaciones. Abandonar por un momento el agobiante sonido que perturba nuestra tranquilidad, y a la vez, dispersa nuestros sentidos y pensamientos, es sin duda lo mejor. Irnos a la soledad, donde abunda el silencio, para reencontramos con nosotros mismos y liberar el exceso de tensión, creo es lo más conveniente para nuestro bienestar.