El mundo se ve siempre más brillante detrás de una gran sonrisa.
Nosotras las mujeres siempre tenemos nuestras fantasías como cualquier persona, una de las mías era ver a cierto chico estar con otra mujer de mi preferencia, mientras yo los observaba. Por alguna razón de incertidumbre, decirle lo que yo quería no era fácil, y por alguna razón de moral cuando se lo dije, me vio con cara de ofendido. Mi propuesta fue que yo sería su esclava un fin de semana, si él cumplía con mi pedido, mala propuesta no es me dijo, le preocupaba un poco la chica que yo elegiría, pero tenía que confiar en mi gusto.
Un whatsapp con su respuesta afirmativa fue el inicio de lo que sería para mí un momento único, quedamos en vernos en su casa el jueves por la tarde, llegamos al lugar de encuentro y al abrir la puerta quedó impactado al ver la chica que estaba conmigo, se sorprendió al ver nuestro parecido, al preguntar su nombre y ella responderle con nombre y apellido enseguida supo que ella y yo compartimos algo más que un hombre, pero no dijo nada.
Pasamos y nos sentamos a calentar el ambiente, después de un rato de charla sexosa y algunas caricias, mi querida hermana se levantó y colocó un poco de música para que el ambiente fuese aún mejor, su hermosa figura se movía de un lado al otro con sus movimientos de cadera que iban con la música árabe que había colocado, poco a poco fue desvistiendo su cuerpo, dejando ver sus prendas que le rodeaban la cintura, las pulseras y los collares que la convertían en toda una bailarina de danza arabe.
Cubrió un poco su rostro con su pañuelo y le seguía bailando pero esta vez mucho más cerca, yo seguía sentada a una distancia donde podía observar el deseo que tenía él por ella y como ella lo excitaba con sus movimientos y la manera de tocarlo. Empezó en mí cierta calentura que hizo cruzarme de piernas para evitar como cierto flujo caliente salía de mí, yo mordía mis labios mientras veía el espectaculo, vi a la distancia como sus 20 centímetros de hombría querían salirse de su short, ella con movimientos sutiles paso su mano entre sus piernas y notó que ya su flujo había llegado hasta el short que tenía puesto, mojándose la mano, se acercó a mí haciéndome oler su mano que luego se llevó a su boca.
Desde mi lugar veía como ella se ahogaba con su miembro y como su saliva salía sin paro alguno de su boca, era fascinante verlo recostado sin nada que hacer, solo disfrutar del momento, ella mientras subía y bajaba con su boca y lanzaba ciertas miradas de satisfacción, yo estaba incomoda, no podía moverme porque me empezaba a ganar ese cosquilleo allí abajo, quería unirme a ese acontecimiento, pero ser espectadora también era divino. Ella sentada dando saltos agresivos y escuchar cómo sonaba la joyería era música para mis oídos, esa mezcla de gemidos, nalgadas y joyas chocando con sus caderas era éxtasis total para mí, que no pude contenerme más y disimulada introducí 2 de mis dedos para apaciguar un poco mi deseo.
Mientras yo misma jugaba con mi entrepierna observaba como él la colocaba en varias posiciones, mientras ella sentía como él la penetraba tantas veces me miraba guiñando el ojo ó a veces pasándose la lengua por sus labios, como diciéndome que lo estaba disfrutando, la colocó de espalda y la inclinó un poco para seguirle dando duro, con tal salvajismo que veo como algo transparente empieza a bajar por sus piernas y no dejaba de salir de entre su vagina, como gemía de placer con lo que le estaba sucediendo.
Yo estaba inmutada en mi asiento con mis dedos mojados a más no poder, pero satisfecha por lo ocurrido, me levante y la quite a ella que estaba de rodillas esperando que su descarga le cubriera el rostro, yo no permití que fuese a terminar así, como dije: la quite, me arrodille yo, llevándolo a mi boca sentí como todo su semen cubría mi lengua, mis dientes y mi paladar, cuando dejó de palpitar lo saque y dejándose caer en el sofá dijo PERFECTO.