La situación que a diario nos carcome en Venezuela es el mayor reto que hemos tenido que vivir. Al principio no parecía grave, de hecho negamos varias veces que nada peor podría pasarle al país. Después de todo, la inocencia del humano no deja de sorprender en ocasiones y, peor aún, la memoria como que parece olvidar la lamentable historia que les tocó vivir a nuestros padres, abuelos y bisabuelos.
Los problemas que atacan al país tanto en materia económica, social como política no son nuevos. Si me lees de alguna otra región puedes pensar que cómo es posible esto, pero sí, desgraciadamente la Venezuela de hoy es repetición de episodios tristes y deplorables que reaparecen con mayor fuerza teniendo como escuela a la hermana nación de Cuba que sufre incluso más que nosotros.
En nuestra historia existen capítulos que datan desde el comienzo de la democracia en 1958 e inclusive mucho antes donde dictadores y presidentes con malas gestiones llevaron a Venezuela a un estado de hambruna y crisis económica demasiado agudo para ese entonces. La documentación relata a personas saqueando los negocios de comida, enfrentándose duramente contra las fuerzas militares y obstinadas de no poder mantener a sus familias con el salario de la época. ¿Les parece conocido el escenario?
De todo lo que he podido leer y ver al respecto recuerdo un vídeo transmitido por canales internacionales en el cual los mismos ciudadanos se amontonaban a las afueras de una carnicería para entrar y sacar hasta vacas enteras que les sirvieran de alimento en sus casas producto del levantamiento pueblerino conocido como “El Caracazo” del año 1989 cuando Carlos Andrés Pérez era presidente. Fuera de eso destacan las protestas contra Juan Vicente Gómez, los estudiantes y maestros contra Rafael Caldera y las protestas del “viernes negro” (devaluación del Bolívar frente al Dólar) de Luis Herrera Campins.
Como verán, la crisis venezolana no es cosa nueva, lo que sí podemos asegurar es que se agudizó con el paso de los años con peores políticos y peores decisiones gubernamentales que nos limitan a crecer profesional y personalmente. Hace unos días leía un mensaje que básicamente decía esto "en Venezuela está quedando la vejez"... pues sí, por más que nos duela, nuestro futuro (los jóvenes) prefieren salir corriendo de su tierra antes de ver a sus familiares muriendo de hambre y los padres o abuelos han tenido que sacar fuerzas de donde ya no tienen después de tantos años de vida para volver a comenzar.
Lo triste del caso es que a pesar de ser conocedores desde niños de lo que pasó con nuestro hermoso país gracias a un grupo de amantes del poder, porque nos lo han inculcado en las escuelas y también en los hogares, hay gente que se niega a pensar que Venezuela podía llegar a vivir otra vez ese triste pasado.
Con toda la honestidad del mundo me gustaría pensar que su forma de actuar se debe a un constante soborno por parte del gobierno, que en realidad sí hay algo de eso en todo este asunto por las "regalías" que les hacen a sus seguidores como premio por acompañarles, pero he podido constatar que existen ciudadanos comiendo una vez al día o que han perdido a familiares por alguna enfermedad crónica o por el hampa y que sin embargo son leales al "socialismo" que nos destruye con el pasar de los días.
Es cierto que el sueldo no alcanza por la inflación que cotiza en torno a una moneda del mercado negro y que no tiene nada que ver con nuestro cono monetario, es cierto que cada hora fallecen pacientes con enfermedades producto de la escasez de medicinas, es cierto que la delincuencia se apodera de nuestras vidas al punto de cobrar "vacunas" para poder mantener una tienda sin problemas, es cierto que los precios de todos los rubros alimenticios o de uso personal suben de costo cada semana, es cierto que el transporte público se vino abajo por no poder subsistir con el cobro del pasaje el cual no alcanza para los repuestos de los vehículos, es cierto que la constante falta de electricidad no nos deja dormir bien para rendir en el trabajo o sentirnos al menos estables, es cierto que nuestros estudiantes no ven una vida en este país y que los profesores prefieren trabajar en el exterior lavando platos que dando clases, es cierto que el efectivo no se encuentra por el contrabando de billetes en las fronteras al igual que la gasolina y los alimentos, es cierto que la generación de políticos que nos "domina" no puede mantener ni siquiera una ciudad estable, es cierto que la falta de agua no nos permite tener la casa aseada, es cierto que un militar gana más que un doctor, pero ¿saben qué no puede ser cierto? Que a estas alturas del partido todavía quede gente que prefiera apoyar a un candidato chavista con Bs. 1.000.000 / 1$ de recompensa (eso cuesta 1.5 KG de arroz actualmente) a defender su dignidad, su familia, su país y su derecho como ser humano y ciudadano.
Ojalá no llegue el momento donde sea demasiado tarde que estas personas reaccionen. La única forma de ser libres es si existe la unión total de quienes anhelamos una vida mejor para poder tener un hogar, trabajo, estudio de calidad y un futuro prometedor donde podamos cumplir nuestros sueños.
Como consejo a quienes me leen dentro o fuera de Venezuela, les digo: enseñen a todo niño que puedan que la historia es la mejor aliada para un ciudadano, sea del país que sea, nada puede engañarnos cuando entendemos qué pretenden esos personajes que se autoproclaman “mesías” del planeta con sus antiguos discursos de salvadores de la existencia.
El cambio está en nosotros, el bien está en nosotros, pero si dejamos que nos derrumben el conocimiento, la moral y las vías para crecer estaremos destinados siempre a la miseria por percibir como una salvación 1$ a cambio de nuestra felicidad. Esto me lo recordaba un lector de mis posts y merece la pena recordárselos a ustedes también.
Finalmente, ya les mostré al comienzo del post un vídeo que resume muy bien la historia sin fin de Venezuela, ahora les comparto un vídeo de lo que fue una de las más grandes protestas en la capital del país, Caracas, la cual fue denominada "La gran toma de Caracas" y llevada a cabo durante el año 2016. Este trabajo es una producción y edición del joven venezolano Braulio Jatar quien es reportero gráfico del portal Reporte Confidencial.