Durante el transcurso de nuestra vida desde que nacemos nos educan o enseñan como comportarnos, a ser obedientes y disciplinados, tratan de hacernos buenas personas socialmente hablando. Así no se les permite a los niños expresar sus sentimientos y sus emociones.Cuantas veces le decimos a los más pequeños no llores, no te enfades, no te asuste. Las emociones están presentes en nuestras vidas y dejar de expresarlas nos genera mucha ansiedad,la idea es mostrarles a los niños una buena manera de decir lo que sienten, no reprimirlos, pero en nuestro andar de querer ser buenos lo hacemos más a menudo de lo que lo creemos.
Fuente
Pareciera que ser bueno y feliz son sinónimos, sin embargo, no es así en la práctica. Nosotros somos los números uno, los guerreros, los trabajadores, los correctos, los cumplidos, los puntuales, los que lo pueden todo en el cumpliemto con los otros, pero somos inmensamente infelices. La crianza trata de hacernos buenos sacrificando nuestra felicidad, nuestro ser, nuestro sentir ser bueno no es más que aceptación, quien en más de una oportunidad ha tenido que hacer o decir algo solo por cumplir y no dejar de ser muy bueno. Cuántas veces has dicho sí, cuando quieres decir no. Todo esto nos hace realmente buenos mas no felices.
Ser bueno es hacer lo que se debe hacer, ser feliz es hacer lo que se siente que se debe hacer. Es por ello que hay que hacer lo que se dice, se vive y se siente con el corazón, se feliz contigo mismo, para luego transmitir esa felicidad a los demás, no se puede dar lo que no tienes, para ser bueno con otros y con el mundo empieza a ser feliz contigo y esto te hará bueno con todos los que están a tu alrededor.
Para ser buenos y felices, perdonate. Camina siempre hacia el futuro, prefiere sentirse bien y feliz a sentirte bueno y cumplido.
Fuente