Sueños rotos, promesas vacías,
cansada de tanto andar arrastro ya mis pies,
sin un futuro, sin norte, perdida.
Levanto la mirada y solo veo una luna sangrienta
que me persigue, fría y funesta,
asechando como la muerte a su presa.
insensata, cruel y mortal.
Mi alma rota esta ya,
el aliento empieza a dejar mi cuerpo,
gritos de agonía y sin nadie que quiera escuchar,
se hacen los sordos, voltean la mirada,
para simplemente pretender que nada pasa.
Morir no es cruel,
cruel son las personas que miran
como vas quedando sin vida
sin sentimiento alguno,
esas son tan asesinas como la misma muerte.