Muchas compañías se interesaron en estos procesadores, necesitando más proveedores y temiendo que Intel no pudiera suplir la demanda de procesadores x86 o que sucediera un problema en la línea de producción de Intel. Por ello Intel procedió a licenciar su arquitectura junto con sus diseños a otras compañías, entre ellas AMD. Esta acción dio paso a que AMD empezara una producción de clones como el, Intel 186, Intel 286 (este procesador incluía 275000 transistores, 100 veces más que el microprocesador Intel 4004) , Intel 386 y el Intel 486, siendo los primeros diseños x86 de 32 bits.
En el año 1982 AMD firma contrato con Intel, con el propósito de cumplir con las políticas de IBM quien quería usar el Intel 8088 en sus IBM PC, pero sus políticas le exigía al menos dos proveedores para sus chips. Tiempo después en 1986 Intel decide romper este contrato, así
que AMD de forma “ilegal” desarrollo una copia del procesador I8080, el cual nombre AMD 9080, al mismo tiempo diseñaba y producía los microprocesadores Am2901, Am29116, Am293XX, siendo esto el motivo que encendería la chispa que tendrían estos dos titanes hasta el día de hoy.Desde el año 1971 hasta los años 90, los avances vistos en el área de los microprocesadores habían sido impresionantes. Aun así, desde 1990 hasta la actualidad, el avance ha sido mucho mayor. Esta época empezó con el AMD Am386, el cual contenía características similares al del I80386, creación que estuvo llena de polémica. Debido a la ruptura del contrato de Intel en 1986, estas dos compañías estaban en trifulca legal, ganando finalmente AMD gracias a la Corte Suprema de California, la cual forzó a Intel a pagar más de 1000 millones de dólares por la violación del contrato.
El año 1993 también fue un buen año para AMD, presentó el Am486 compatible con el 80486, también fue bueno para Intel, mostrando el Intel Pentium, con más de 3 millones de transistores, precediendo a una revolución tan grande que la nomenclatura Pentium se hizo ampliamente popular en la cultura general. Los años 1994 y 1995 fueron una época más tranquila, implementando solo actualizaciones de lo que ya había en el mercado, concretamente el PowerPC 620, el Am586, y el Intel Pentium Pro, los cuales, no suponían una auténtica revolución en el mercado a pesar de que superaban a su predecesores.
El primer procesador de AMD, el K5 un chip de 133MHz y compatible con las placas Socket 7 de Intel, fue lanzado el año 1996, su primer procesador propio y rival directo del Pentium, contando con una arquitectura muy similar al Pentium Pro, y que tuvo relativamente poco éxito. Pero no fue hasta 1997 que AMD lanzo los chips que lo posicionaron como un competidor fuerte en el mercado de los procesadores, los K6 y posteriores K6-2 y K6-3, si bien eran inferiores en rendimiento a los Pentium II y III con los que competían, ofrecían una relación calidad/rendimiento/precio mucho mejor llegando a estar presentes en más del 70% de los PCs de gama baja y media vendidos en ese año. AMD cada vez se encontraba más cómoda en el mercado y poco a poco se iba abriendo hueco. Mientras, Intel veía que lo que en principio tenía que haber sido un monopolio iba a ser una dura competición por ser el mejor.
En respuesta, Intel presenta el Intel Pentium II en 1997, El Pentium II Xeon en 1998 y el Celeron, el Pentium III y Pentium III Xeon en 1999. Pero en ese mismo año AMD dio el golpe sobre la mesa con sus famosos Athlon y Duron basados en la arquitectura K7 la cual igualaba (y en algunos casos superaba) al Pentium III de Intel. La entrada al 2000 trajo bajo el brazo una nueva tanda de procesadores, con el Intel Pentium 4 en cabeza, además llegaba con un rediseño de arquitectura completo, con un mayor número de ciclos por segundo, aunque con peor rendimiento en cada uno de los ciclos. La arquitectura de los procesadores Athlon y Duron, fue mejorada con la introducción de los procesadores Athlon XP y Sempron los cuales, debido a su gran ventaja en IPC (Instrucciones por Ciclo de reloj) eran capaces de igualar o superar a los Pentium IV basados en la arquitectura NetBurst los cuales corrían a una frecuencia mucho mayor.
Intel y AMD ya no competían sólo consigo mismos: competían con el contrario para sacar el mejor producto, el más potente.
Durante los dos siguientes años, las aguas estuvieron más calmadas, llegando a una conclusión: Intel y AMD se iban a dividir el botín de guerra que saliera del mercado de microprocesadores, y ninguno de los dos estaba dispuesto a bajar el nivel. El 2004 es escogido por los dos titanes para presentar sus nuevas creaciones, no contentos con el éxito de sus Athlon XP y Sempron basados en K7, AMD introduce la arquitectura K8 con su famoso Athlon 64 y con esta introdujo la extensión a 64 bits a la arquitectura x86. Intel por su parte presento el Intel Pentium 4 (Prescott). Esto fue una mejora masiva respecto de los 32 bits de los procesadores anteriores y sentó las bases de la computación de 64 bits en la arquitectura x86. Irónicamente fue Intel quien termino licenciando de AMD la extensión de 64 bits de x86.
El 6 de junio de 2005, la balanza se inclinó hacía, Intel cuando Steve Jobs confirmó de que: Apple se cambiaba a Intel. La razón dada fue que los procesadores PowerPC tenían serios problemas de temperatura, por lo que el cambio no sería por moda, sino por necesidad, con ello, Intel ganaba más poder. En ese mismo año AMD trajo otra mejora al mundo de los PCs introduciendo los primeros procesadores multi-nucleo para el mercado consumidor con su Athlon 64 x2, tecnología que solo estaba reservada para servidores. Hasta ese momento AMD estaba a la cabeza en cuanto a rendimiento e Intel se mantenía un paso por detrás, debido al bajo IPC de sus procesadores basados en NetBurst comparados a los diseños de AMD. Luego esto cambiaría con la introducción del núcleo “Banias”, en el mercado de los computadores portátiles. Un núcleo mucho más eficiente y con mucho más IPC que los procesadores de escritorio basados en NetBurst.
AMD mantuvo el pulso de Intel todo lo que pudo, presentando dispositivos homónimos en rendimiento que los que presentaba Intel, como el Phenom de 2007 como respuesta al Intel Core Duo del año anterior, así como los Phenom II y Athlon II a los Intel Core i7 Nehalem de 4 núcleos. Con esta gama Core i7, Intel había alcanzado su principal filón, utilizando esta nomenclatura para los procesadores que utiliza actualmente. Debido a no poder competir contra los procesadores Duo, AMD realizo un cambio de enfoque al desarrollar la arquitectura “Bulldozer” en la que se basan sus procesadores FX de primera generación.
Al no encontrar mayor competencia, Intel comenzó a introducir nuevas arquitecturas que se enfocaron en mejoras en el proceso de manufactura, integración de nuevas tecnologías, mejoras en el apartado gráfico y aumentos modestos de IPC. Mientras que AMD comenzó el desarrollo de una nueva arquitectura de alto rendimiento conocida como “Zen”. Que AMD dejará el mercado de los ordenadores en un segundo plano ha facilitado que Intel se haga con el control total del mismo. Con diferentes arquitecturas como Sandy Bridge, Ivy Bridge y la más reciente Haswell, la gama Core i7, i5 e i3 ha ganado una notoriedad sin par en el mundo de los ordenadores, tanto portátiles como de sobremesa. Llegando a unas cifras récord de 22 nanómetros y 1400 millones de transistores. Comparen esas cifras con las que tenía el Intel 4004.
Después de todo… Imaginar hasta qué punto llegaran estas dos competencias, con la finalidad de quedarse con el mercado, es por los momentos inimaginable. En la última feria internacional Computex 2018, Intel anuncio que lanzará un procesador de 28 núcleos y 56 hilos en el cuatrimestre final de este año. Su demo mostró el prototipo llegando hasta 5 GHz. Sin embargo, luego se aclaró que se trataba un procesador con overclock, por lo que no será la velocidad de stock de los productos que lanzará a fines de año. También se exhibió el procesador Intel Core i7-8086K de edición limitada celebrando el 40 aniversario del procesador Intel 8086. Será el primer procesador de seis núcleos y 12 hilos con gráficos integrados, además de ofrecer una frecuencia stock turbo de 5.0 GHz.
Pero al parecer AMD ira mas allá, y esta vez según Forbes, “AMD sería uno de los aliados clave de Sony de cara a PS5: la consola utilizará las arquitecturas de gráficos Navi y Zen, aunque lo que no está claro es si -al igual que Xbox One X- se apostará por condensar esta tecnología en un robusto SoC (sistema en un chip)”. AMD dará el salto a estos 7 nanómetros en CPUs y GPUs en 2019, lo cual coincidiría con el albor de la próxima generación de consolas. Al menos, de cara al público.
Como vemos, es casi imposible predecir qué nos depara el futuro: quizás Intel caiga y alguien recoja el testigo, o el mercado de microprocesadores sea volcado hacia otro nicho, dejando el de los ordenadores atrás. Quizás incluso se llegue a incumplir la Ley de Moore. La cuestión es que, si en todos estos años hemos llegado tan lejos, debe ser espectacular lo que podremos ver en los años futuros, tal vez en el 2030, 2050 o dentro de otros 43 años.