Hay luchas que parecen no tener final y éstas pivotan sobre la idea de igualdad: la lucha de igualdad de género que ejercen las feministas y la lucha de igualdad de derechos que ejerce la comunidad LGBT. Occidente es lo que es porque las luchas que han explotado en sus fronteras han tenido término. Las luchas deben tener un final. Victorioso o fallido. Las condiciones lo determinan. Lo que llama mi atención es que estas luchas mencionadas debieron haber tenido ya un final victorioso.
Hace unos días un usuario en Twitter hizo el siguiente comentario:
la mujer occidental puede hacerlo todo: estudiar, ser profesional, trabajar y ser exitosa, inclusive, ser muy poderosa.
También la comunidad LGBT puede hacerlo todo. Es decir, en América tanto las mujeres como las personas sexualmente diversas, gozan de protección y derechos como cualquier ciudadano común. Sólo en el cono Sur de América, experimentan de cierta forma una mengua, porque Latinoamérica en sí misma parece ser cuna de taras e iniquidades naturales. Sea la tendencia o el partidismo que mantengas, la experiencia es la misma: un Estado de bienestar esmirriado, un Estado de derecho nulo, una estructura social débil e ignorante. Por brindar un par de ejemplos: Perú es un país donde los casos de aberraciones sexuales, sometimientos y asesinatos contra mujeres y niñas es elevado. El Salvador, es un país donde se violan continuamente derechos de personas sexualmente diversas, llegando incluso, al asedio social, tortura psicológica, violación grupal y asesinatos.
Actualmente, estos movimientos —feminista y LGBT— mantienen una lucha feroz e implacable, amparada en una corrección de pensamiento, que sólo busca ablandar y debilitar el pensamiento por medio de florituras que dañan cualquier idea, reflexión o frase. Y es que, francamente, la corrección de pensamiento es una sombra pesada que coacciona el lenguaje.
La corrección de pensamiento ha graduado sus dominios: en un principio, desplazaba el vocablo «enano» por «corto de estatura», buscando atemperar cualquier reacción emocional del sujeto; el señalamiento del trastorno glandular —enanismo— según el modernísimo diccionario de la corrección de pensamiento, es ofensivo. Entonces, por medio de un lenguaje adulterado, maquillan un trastorno hormonal y le dan aspecto de fisonomía diferente, porque decir que se trata de anatomía distorsionada es ofensivo e inhumano. Temo por el día en que la corrección de pensamiento invalide el título «etapa metastásica del cáncer» y lo suplante por «belleza radioactiva».
La lumbre feminista -ígneo sustantivo- ha enfocado su claridad en hacer desaparecer una sombra de sustantivo: el machismo. A su vez, pretenden desdibujar la masculinidad, insertando en RRSS matrices de opiniones extravagantes, asociando las cualidades masculinas y actos de caballerosidad a las aberraciones machistas.
Las feministas de hoy en día, reclaman igualdad de género, con un argumento, irónicamente muy machista; que para que se les reconozca como iguales, deben recibir el mismo trato que reciben los “machos”. Es decir, que deben recibir las mismas oportunidades de un hombre, porque pueden ejercer los mismos deberes. Si Diógenes viviera en este siglo, en la comodidad de su mansión de puertas giratorias, les respondería con desdén: “Quieren ser machorras”.
La valía femenina se reconoce en Occidente y se congratula y es por eso que no están llamadas a hacer lo mismo que un hombre; cada género tiene sus cualidades. Hay tareas que ambos pueden desempeñar y hay otras que, por distintas causas, competen únicamente a un género.
Lo de hoy no es feminismo. Se acusa de machista empedernido a cualquiera que tenga detalles, incluso los más nimios, con las mujeres.Por ejemplo: desde un hombre que abra la puerta a una mujer para abrirle paso a ésta, es machismo y además busca burlar las capacidades femeninas, porque cualquier mujer puede abrir la puerta de un automóvil para salir, sin dificultades, hasta permitir el paso en las calles o acercarse a invitar un café a una bella dama. Y hay videos que lo ilustran, donde sólo por ello se acusa, a cualquiera, de acosador.
A su vez, las violaciones la achacan al «machismo cabrío», nunca señalan algo como, digamos, un patrón conductual psicológico que tiene diversas causas de ser o psicopatía. Estoy seguro que los traumas psicológicos o las psicopatías o los trastornos de conducta no nacen de un supuesto machismo. Y sí hay machistas, desde luego, sólo oprimen a la mujer que les abre las puertas. O sea, hablar de un patriarcado es insensato y brusco. Y sólo por recordar, este grupo de feministas actuales abraza el multiculturalismo que admite la entrada de musulmanes a Europa, vamos, personas que odian a Occidente y predican una misoginia brutal y que actualmente tienen una tasa de violaciones por violencia y asesinatos grupales que ejercen contra las mujeres en la UE. Una cifra silenciada por fuerzas oscuras, pero claro ¡arriba el feminismo!
Ahora la comunidad LGBT, que fue la «lucha» que me hizo escribir estas líneas. En un primer plano, el hecho de que la opinión sustrajo de la discusión el título de «relación sodomítica» e insertara el título «relación homosexual», ya es una victoria sobre los límites del lenguaje, es decir, sobre las fronteras de la realidad. Le ganaron a la tesis de la aberración de sodomizar a otro varón de la que solía escribir Freud, es decir, han conseguido más en la opinión pública y universal de lo que Onfray hubiese podido desear en su obra “ El crepúsculo de un ídolo” abiertamente en contra de los pilares teóricos del psicoanalista. Le llevan la delantera a un gran multifacético de la filosofía francesa, lo cual es bastante. Y puede parecer cómico. Lo es. Quizá no tanto. Pero es un punto a favor de la comunidad. Las personas transgéneros, que forman parte de la comunidad LGBT, ejercen una lucha donde no veo mucho oxígeno, pues, en sí misma la biología es hipóxica en sus fronteras científicas, ya que según esta ciencia, la estructura del cuerpo humano es «natura» (resultado del nacimiento) y la única forma de que dicha estructura cambie, es por un proceso evolutivo en el que a los seres humanos les crezcan alas o colas. Por lamentable que parezca a muchos, un cuerpo bombardeado por hormonas no puede cosificar la información genética ni la información cromosómica; es decir, habitar subversivamente el mundo solo sería posible en apariencia artificial, mas no en estructura natural. Pero ese en un tema al cual dedicarle por separado. Este artículo nace precisamente por la lucha que gira en torno a las igualdades, con motivo de la celebración del día mundial contra la homofobia. El problema de esta lucha es que a veces es una carnicería sobre el pensamiento de aquellos individuos que no están a favor de la homosexualidad, pero que no están en contra de que ejerzan derechos y cumplan deberes.
Un caso reciente para ilustrar lo anterior, sucedió en redes sociales debido a un conflicto entre «youtubers». Una «youtuber» mexicana, Kika Nieto, en uno de sus vídeos habituales respondiendo las inquietudes de sus fans recibió una pregunta en la que se le preguntó “¿Qué opinas sobre las relaciones homosexuales?” Y ella respondió:
Sé que me estoy metiendo en la boca del lobo… Pero ahí les va. O sea, yo entiendo que Dios creó al hombre y a la mujer para que estén juntos. Ya después lo que hayamos hecho los humanos entre hombre y hombre o entre mujer y mujer, no esta del todo bien, pero, yo no soy quien para juzgar. Fue Dios el Creador y yo no, o sea, él es el único que puede juzgar a su creación. No podemos juzgar a nadie. Yo personalmente tengo muchos amigos gays y lesbianas y les amo con el corazón. Yo los tolero.
Esa respuesta encendió la ira de la comunidad homosexual. Posiblemente la respuesta más viral fue la del reconocido youtuber venezolano que utiliza el seudónimo “la divaza”. Una de las cosas en su (video)[] que llamó particularmente mi atención fueron estas palabras:
Mira chama, estas oprimiendo a la comunidad, sí, lo que dijiste fue opresión contra el homosexual. ¡Porque lo dijiste en público, guárdatela y no oprimas!.
Hay que pensar con claridad: la opresión se ejerce tanto en privado como en público y significa, taxativamente, oprimir con el yugo de forma despótica. Una opinión no es yugo, ni es despótica. Pero sí es parte de la libertad de expresión y expresarse es el punto de partida para coincidir, yuxtaponerse o condenar con propósito. Y en el último caso, cuando se condena es porque se desconoce algo que resulta ofensivo. Una opinión yuxtapuesta no es una censura o reproche, ya que estos, sólo tendrían asidero en elementos coercitivos que se expresan fácticamente, es decir, que se expresan en la fuerza de los hechos. Y ninguna opinión es coercitiva ni fáctica, salvo que el receptor sea emocionalmente inestable y débil.
Lo que hicieron con Kika Nieto es perverso porque se trata del intervencionismo de pensamiento y sí, lo que digo parece algo sacado de cualquier enunciado marxista, pero él —la divaza—, con el nivel de influencia en redes, alegoriza en ese video el exceso de Estado o Estado abusivo. A las opiniones que no gustan, hay que refutarlas con argumentos y retórica, no pidiendo a alguien que calle su opinión. Además de que Kika Nieto no emitió exactamente una opinión, sino que citó palabras de un versículo bíblico y luego añadió su propio parecer. Imaginen si hubiese citado este fragmento de no recuerdo muy bien en cual libro de la biblia leí, pero que dice así: ”Maldito el varón que se eche a otro varón”.
De haber sido ese el caso, yo, si fuese militante de ese movimiento respondería algo como: “Pues, Kika, no estoy seguro de si el Creador refería a la sodomización forzada (violación) o si refería al encuentro sexual entre dos hombres. ¿Condena pues, el abuso sodomítico o el amor entre hombres?”. Se refuta con retórica y genialidad, no con insultos pidiendo el cese de la opinión por más contraria que sea.
Temo que las luchas que guían estos dos movimientos sea similar a la lucha política que conducía la dirigencia “opositora” venezolana: una lucha que se eterniza a base de derrotas fabricadas para eternizar la superfluidad de intereses mezquinos y oscuros que, inexorablemente, conducen hacia una avanzada totalitarista que una vez completada, se lleve a estos movimientos también. Porque el Saturno financista que mueve el dinero, paga de esa forma a sus hijos.