LA PRÁCTICA HABITUAL DE AYUDAR A LOS DEMÁS COMO MUESTRA DE NUESTRO AGRADECIMIENTO

LA PRÁCTICA HABITUAL DE AYUDAR A LOS DEMÁS COMO MUESTRA DE NUESTRO AGRADECIMIENTO

Una práctica habitual de ayudar a los demás, como manera de expresar nuestro agradecimiento con la vida, nos permite acabar con el devastador ciclo del miedo, aislamiento y violencia que por momentos nos invade esta sociedad individualista como también ayudar a otras personas es bueno para la vitalidad, el corazón y el sistema inmunitario. A quienes hacen trabajos voluntarios con regularidad les aumenta la esperanza de vida, comparados con aquellos que no realizan ningún servicio a los demás.

Centrar la atención en los demás nos puede servir para olvidar un poco los problemas de salud, familiares, profesionales y económicos que afectan tanto nuestra salud mental, espiritual, emocional y física. Ayudar a los demás suele mejorar el ánimo, aumentar el optimismo y nutrirnos con un sentimiento de verdadera gratitud. Ayudar a alguien menos competente puede hacer que apreciemos más nuestras habilidades, nuestros conocimientos, nuestra capacidad y nuestros puntos fuertes.

Los beneficios que se obtienen de quien ayuda y de la persona a quien se ayuda, surge de esa interacción que se produce en cada momento mientras la actividad de ayuda se da. Por tal razón, debemos practicar constantemente esta manera de agradecer, ya que los logros que alcanzamos generalmente no se deben a un trabajo individual, sino que muchas personas están involucradas de una u otra manera.


> Fuente de texto, diseño e imágenes de mi autoría.
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