Sí, hablemos de ese solitario acto carnal de acariciar tu cuerpo, llenarte de sensaciones y de placer prohibido; porque eso es lo que mucha gente cree, que masturbarse es una obscenidad.
¿Perdón? ¿seguimos en la época medieval?
Si recapitulamos un poco, tanto hombres como mujeres a lo largo de la historia han sido castigados, rechazados o juzgados por tales actos inmorales. Algunos griegos y egipcios, lo veían como un acto para evitar la retención y mala salud. Pero con la llegada del cristianismo a Europa, la iglesia lo condenó como un acto sucio, así como el sexo por placer (no para procrear).
¿Creías que era horrible?
Para el siglo XVIII, un doctor de apellido Tissot corrió el temor sobre el onanismo o masturbación con uno de sus libros. En el explicaba tal actividad como un acto pestilente provocado por un terrorífico síndrome que terminaba en la muerte. Sumado a la persecución de la iglesia por aquel pecado mortal, lograron crear un miedo colectivo casi hasta el siglo XX.
Pero, ¿Cómo hacían los hombres con las erecciones matutinas? ¿Y las mujeres? Los consoladores existían desde el Antiguo Egipto y eran un secreto a voces en la París mundana del 1800. Era el infierno en la tierra para muchos, a menos que fueras una adinerada mujer de la época victoriana, donde los doctores "curaban" la histeria de las mujeres mediante el onanismo(masturbación).
Llegó el moderno y bélico siglo XX, con nuevos pensamientos, estudios y resultados que dieron una patada a siglos de pánico. La masturbación pasó de ser una enfermedad mortal a un acto beneficioso para la salud física, más no la mental. Para los años 50 las personas seguían creyendo que aún era peligroso, que te dejaría ciego o simplemente era pecado; la iglesia había dejado bien marcada a las futuras generaciones.
Pero fue de nuevo un shock, saber por los resultados de los estudios de Kinsey y sus colegas, que al menos un 97% de hombres y un 62% de las mujeres encuestadas se había masturbado. ¿Que las mujeres qué?
En un mundo dominado por el machismo, era inaceptable esos estudios, que un hombre se masturbara por necesidad física era más aceptable, pero ¿Cómo podía la mujer masturbarse, tener orgasmos y sexo antes del matrimonio? La sociedad se escandalizó, la iglesia protestó y el doctor fue vetado de por vida.
Pero ya la venda había caído y la verdad sobre esos tabúes sexuales se habían esparcido por el mundo.
El nuevo milenio trajo consigo muchos avances y aunque en la actualidad la masturbación se haya catalogado como una conducta normal, algún atisbo del pasado no puede borrarse. Puede que no lo vean inmoral, pero si como un acto sucio. Le dicen pajero al chico que lo práctica, es avergonzado por ello; las mujeres no se quedan atrás, pues son muy pocas las que admiten haberlo hecho alguna vez por pena a ser juzgadas por zorras o necesitadas de hombre.
No se puede negar que seguimos siendo una sociedad moralista, pero frente a tantos estudios que muestran los beneficios que nos traen este acto de auto placer, ¿por qué seguimos negándonos a ello? ¿Por qué no normalizamos un acto natural de la especie humana? Como lo es su sexualidad.
De verdad ¿Por qué somos así? Somos los que dicen que masturbarse es normal, pero llaman necesitados a quienes lo hacen.
¡Qué sociedad!
La masturbación hace que se libere serotonina para las mujeres y prolactina en caso de los hombres, hormona que hace que durmamos mejor; también se libera oxitocina que hace más felices, sexys y sociales, cosa que nos mejora el autoestima. Aunado a esto, se libera un poco de dopamina, que puede actuar como analgésico para contrarrestar los dolores de cabeza y la dismenorrea (dolor menstrual); ayuda a la producción de algunos anticuerpos para que combatan virus y bacterias. ¿No es maravilloso?
Esto no es un acto sucio que hacen las personas en solitario, es también un complemento fundamental en cualquier relación sexual. Entonces ¿porqué lo siguen satanizando?
Si, sabemos que todo en exceso es malo. Por eso es importante señalar que una buena educación sexual desde temprana edad puede aliviar cualquier malestar a futuro, como la adicción a la masturbación -que puede suceder-.
De nuestra parte queda educar sobre lo normal y natural que significa realizar este acto de liberación del hombre y la mujer, que no hay que juzgar o burlar a quien lo haga; porque el cuerpo humano tiene necesidades que necesitan ser saciadas, ya sea en pareja o en solitario. Y sobre todo, disfruten de sus cuerpos, que nadie más que tu sabes como hacerte feliz.
Team Mosqueteros forever ♥
¡Gracias por leerme, se les quiere!